Ecuador desea reconstruir las relaciones con Colombia y mirar al futuro pero con prudencia y sin renunciar a su exigencia de información sobre el ataque cometido en su territorio en 2008 por orden de Bogotá, aseguró el presidente Rafael Correa en una entrevista con la AFP.
«Nosotros no vamos a arreglar esto sin beneficio de inventario. Hemos tenido una posición coherente desde el principio: exigimos información sobre cómo nos bombardearon», aseguró el mandatario.
«Siempre hemos tenido la voluntad de, sin olvidar el pasado, mirar hacia el futuro y reconstruir las relaciones, pero necesitamos esa información que Colombia se comprometió a dar para culminar el proceso de normalización de las relaciones», insistió, recordando que Colombia se comprometió a entregar el contenido de las computadoras aprehendidas en el ataque.
En marzo de 2008, un ataque del ejército colombiano contra la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano dejó un saldo de 25 muertos, incluido el jefe rebelde Raúl Reyes.
Tras el ataque, el gobierno colombiano aseguró haber encontrado computadoras que contenían información comprometedora sobre los apoyos que recibe la guerrilla de las FARC. El bombardeo supuso la ruptura de las relaciones bilaterales, que solo comenzaron a restablecerse en noviembre de 2009.
Días después de que saliera a la luz un supuesto espionaje del Departamento de Seguridad (DAS) colombiano a Correa tras el ataque de 2008, el mandatario ecuatoriano reiteró que «mientras no haya pruebas de lo contrario», acepta la «clara ratificación» del presidente saliente, álvaro Uribe, quien negó una tal operación.
«Tenemos que andar con cautela (…) El DAS esta siendo reestructurado. Esto no significa que en Ecuador hemos cambiado de posición ni mucho menos, pero siempre puede haber un miembro resentido que lanza una acusación de esta gravedad», aseguró
«Existen además intereses y grupos que no desean que se normalicen las relaciones con Colombia. A la oposición, a ciertos grupos ecuatorianos, les conviene que el gobierno tenga un frente adicional abierto como es el problema de Colombia», consideró.