Los gritos y vivas a favor del Gobierno se intercalaban con la participación de artistas y grupos musicales que amenizaron el encuentro por la democracia. Y es que miles de simpatizantes llegaron ayer al parque
El Arbolito para respaldar la gestión del Gobierno y rendir un homenaje a la mujer ecuatoriana. Grupos de baile, agrupaciones juveniles, afros, indígenas, que desde la madrugada llegaron de todas partes del país, avanzaron por las calles del centro de Quito. A ellos se sumaron los comerciantes minoristas, quienes gritaban: “¡Viva la revolución ciudadana! ¡Abajo los desestabilizadores!”. “Se trata de una verdadera fiesta de paz y alegría”, dijo Laura Yagual, quien avanzaba con entusiasmo al ritmo de la marimba.
“Vengo a apoyar al Presidente para que vea que no está solo”, comentó Alberto Macías, mientras impulsaba su silla de ruedas. Este manabita llegó a la capital con la ayuda de sus amigos. él quiso participar en la marcha como agradecimiento al programa Manuela Espejo, que ha atendido a él y a sus siete hermanos discapacitados.
“Lo mínimo que podemos hacer es respaldar a nuestro Presidente”, afirmó María León, una madre de 42 años y con cuatro hijos, que llegó desde Daule (Guayas) como parte de la asociación de pueblos montubios Nuevo Mundo. Su rostro se ilumina cuando cuenta que gracias al Bono de Desarrollo Humano ha podido mantener a sus niños.
Nadia Castro, junto a un grupo de danza afroecuatoriana, vino desde el sur de Esmeraldas. Ella reconoce que ha recibido la ayuda de las autoridades y ahora su meta es crear una escuela de danza para los niños y jóvenes de su ciudad, con el apoyo del Gobierno. Y afirma que la inclusión de la mujer en todos los ámbitos se ha fortalecido en los cinco años de gobierno.
El grupo “Correístas”, que permaneceió en El Arbolito desde el miércoles en una vigilia por la democracia, entregó ayer un manifiesto en donde reiteró que ciertos círculos de la oposición no soportan que el Presidente tenga un 80% de aceptación y temen ser derrotados en las próximas elecciones, por lo que están organizando un intento gradual de golpe de Estado. “No queremos que se repita otro 30S”, advierten.
Una bandera tricolor de más de 20 metros de largo abrió paso a la multitud, que avanzó por la avenida Diez de Agosto hacia la Plaza de la Independencia. Ahí el presidente Rafael Correa saludó a más de 20.000 personas, entre ellos, niños y adultos mayores. En el sitio se instaló una tarima y grupos como Tomback, Tambores y Otros Demonios compartieron con el público trova, rock, folclor y música nacional.
La primera salida del Jefe de Estado fue a las 08:30, cuando coreó consignas como “Alerta, alerta que camina, la espada de Bolívar por América Latina”. Cerca del mediodía los presentes lo recibieron con un: “Correa, amigo, el pueblo está contigo”, que lo dejó sin palabras.
El presidente, por su parte, recorrió el balcón del Palacio y observó a la multitud, intentando saludar hasta la última persona que llegó a la Plaza Grande. “Es el presidente”, grito Mariuxi Terán, quien viajó más de 15 horas (desde Loja) para llegar a la marcha. “Quiero que sepa que estamos con usted”, dijo la mujer, mientras lloraba por la emoción de verlo por primera vez.
Al mediodía, Margarita Pilla, de Tungurahua, sacó mote, papas y tostado de su poncho y shigras para compartir con más de 20 compañeras de su provincia. “Vine a apoyar al Mashi, que nos ha entregado el bono, casita y mira por los enfermos”. Contó que ella tiene un hijo con discapacidad “y ahora hasta recibo el bonito de 260 dólares”.
Dijeron que en su comunidad no apoyan la marcha de la Conaie. “Nosotros estamos con quien mira por los pobres”, sentenció.