Los 120 empleados de la fábrica de durmientes para ferrocarril, ubicada en la provincia de Chimborazo, recibieron hoy al presidente de la República, Rafael Correa, quien destacó que la empresa se creó en siete meses. Explicó que se cuando se pensó en recuperar el ferrocarril había inconvenientes para determinar de que tipo serían los durmientes, pues la importación era costosa y hacerlos de madera implicaba deforestar bosques. Y por ello se puso una fábrica de durmientes en el Ecuador en tiempo récord. “Los ecuatorianos producimos los durmientes para nuestro ferrocarril, nosotros hacemos todo”, dijo Correa. Asimismo, agregó que el 10% de las acciones de la empresa pertenece a los trabajadores de la Cemento chimborazo. Ellos accedieron a la participación mediante un préstamo del Banco Nacional de Fomento. El presidente recordó que la Cemento Chimborazo estavo a a punto de la privatización debido a su mal manejo pero que “lo que se iba a vender ahora es del pueblo ecuatoriano”. Ese es un intento por democratizar la propiedad, que ya no sea sólo de unos cuantos sino de la comunidad, explicó Correa.