En abril de 2009 Rafael Correa asistió a la V Cumbre de las Américas, que se realizó en Trinidad y Tobago. Allí denunció fuertemente la no participación de Cuba en el encuentro, al igual como lo hizo el entonces presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva. El Mandatario ecuatoriano ratificó que esperaba que esa Cumbre sea la “última” en que Cuba “esté excluida”.
En su discurso, el gobernante dijo que para lograr una verdadera gobernabilidad en la región era necesario un Nuevo Sistema Económico “más justo, solidario y una democracia no sólo al interior de nuestras naciones, sino entre las naciones”. En ese encuentro, incluso, Correa debatió con su homólogo estadounidense, Barack Obama.
El Mandatario ecuatoriano, desde su posesión en 2007, ha asistido a más de 35 cumbres internacionales. Y en la cita de las Américas participan 34 naciones del hemisferio.
El 8 de marzo, el Jefe de Estado cuestionó a este tipo de encuentros que, a su criterio, no analizan temas trascendentales para la región, como la situación de las islas Malvinas, a la que consideró como “un caso de colonialismo en pleno siglo XXI”.
Sobre el bloqueo de Cuba, dijo “que atenta sobre todo derecho internacional y humano”. “Se ha desobedecido decenas de resoluciones de las Naciones Unidas”. Por ello, preguntó: “¿Qué hacen los presidentes en estas cumbres si no topan estos temas de fondo?”.
Para el internacionalista Miguel Vasco, hubiera sido “deseable que el Mandatario asista con base a los temas de la agenda ecuatoriana”, para debatir sobre Cuba.
Explicó que la Isla sigue siendo miembro de OEA, pero no el gobierno, que en 1962, en el marco de la Guerra Fría, fue excluido. Sin embargo, en 2009 ese país recibió una invitación para regresar al organismo, pero Raúl Castro dijo que “antes de ingresar a la OEA primero se unirá el mar del Norte con el mar del Sur y nacerá una serpiente de un huevo de águila”.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, el pasado 8 de marzo en una entrevista para Efe responsabilizó a EE.UU. por no ser invitados a la Cumbre y dijo que la “exclusión” de Cuba por parte de Washington “es inaceptable e injustificada” y forma parte del bloqueo “genocida e ilegal” que ejecuta desde hace más de 50 años.
Vasco califica esta disyuntiva como anacronismo, porque por un lado la OEA habla sobre el pluralismo ideológico, pero por otro solo participan los Estados que suscribieron la Carta Interamericana Democrática del 11 de septiembre del 2011, en donde los participantes “deben ser democracias”.
Para Vasco, las cumbres permiten que los jefes de Estado dialoguen de temas de interés bilateral y multilateral, pero esto para Correa no son más que reuniones “protocolarias en donde uno va a firmar declaraciones bíblicas, llenos de tantos clichés y lugares comunes”.
Sin embargo, para Francisco Carrión es necesario que se analicen temas “de fondo” como el bloqueo de Cuba, con “una posición clara”.
El canciller Ricardo Patiño señaló que Ecuador tomó la decisión de no asistir por “principios” y que la resolución se adoptó porque el país “hace lo que cree que se debe realizar por soberanía y dignidad”.
Patiño considera que en esta etapa de América Latina es injustificable que se tenga capacidad de veto para algunos países y recordó que Ecuador renegoció la deuda externa “solito” y que prefiere estar solo a estar en contra de sus principios.