Peritos de criminalística se encuentran en el cuartel de Cumandá, que está siendo limpiado tras los incidentes de ayer, que terminaron con el ajusticiamiento de dos personas que estaban detenidas y daños en el lugar.
Taxistas y moradores de Cumandá rompieron candados y abrieron dos boquetes en las paredes del cuartel para sacar a los dos detenidos y “hacer justicia” por sus propias manos.
Ante la falta de resguardo en el lugar, cuyos uniformados salieron a pedir refuerzos, la multitud dañó ventanales, escritorios, sillones, rompieron barrotes, rociaron gasolina y prendieron fuego al destacamento policial, según constató luego el fiscal Diego Verdesoto.
Los detenidos Alfredo Delgado Navarrete, de 33 años, y José Ariel Pichú Toledo, de 28, resultaron con quemaduras, pero la multitud los sacó aún vivos del cuartel y se los llevó a la carretera principal, donde les prendieron fuego.
Delgado y Ariel Pichú se encontraban detenidos por el supuesto robo de $ 4.000 a una comerciante. Además, uno de ellos, presuntamente participó en el asesinato de un taxista.
El personal de Criminalística realiza los operativos de control y evaluación de los hechos.
También, se ha enviado refuerzos de la provincia de Chimborazo para evitar más desmanes y la ira popular