La tensión que viven actualmente los países árabes afecta al proyecto ambiental ecuatoriano Yasuní-ITT, que pretende mantener en tierra el petróleo de una zona de alta biodiversidad de la Amazonía, reconoció ayer la ministra coordinadora de Patrimonio, María Fernanda Espinosa.
Ecuador intenta recaudar contribuciones de la comunidad internacional para no explotar el petróleo de los campos del Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT), que se encuentran en la reserva natural del Yasuní.
“Lamentablemente, la crisis financiera mundial no nos ayuda y la tensión que se vive en los países árabes tampoco nos ayuda”, dijo Espinosa en una reunión con la prensa para hablar sobre proyectos patrimoniales.
Explicó que el objetivo del primer trimestre de este año era la consolidación de las demostraciones de interés de varios países árabes como los Emiratos árabes Unidos, Arabia Saudí, Turquía y Egipto.
“En este momento estamos en compás de espera, viendo cómo se resuelvan los problemas políticos en esta región para poder continuar con nuestro proceso de acercamiento”.
Espinosa informó que Perú hará una donación a la iniciativa y aunque no precisó el monto, apuntó que se oficializará el tema en Lima durante una próxima visita del canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño.
Apuntó que con otras naciones como Alemania, Noruega y Francia mantienen conversaciones para concretar aportes a la iniciativa que, hasta ahora, ha asegurado cerca de 37 millones de dólares.
Entre las contribuciones concretas hasta el momento figuran las de Chile (100.000 dólares), España (1.340.000), el gobierno local belga de Valón (402.000) e Italia (35.000.000); así como la Fundación Avina (100.000) y aportes locales (51.495).
Aunque el monto supone apenas el uno por ciento de la cifra requerida por el Gobierno de Ecuador para aplicar la iniciativa, a criterio de Espinosa, esta “goza de buena salud”.
La iniciativa busca evitar la emisión a la atmósfera de más de 400 millones de toneladas de dióxido de carbono.