Cuatro ciudadanos y una institución fueron galardonados con el premio nacional Eugenio Espejo, que reconoce la labor de los mejores pensadores y artistas del país. El cantautor Guillermo Ayoví, conocido como “Papá Roncón”, obtuvo el reconocimiento en actividades culturales.
El investigador José Amén fue premiado por sus actividades científicas y el escritor y periodista Rafael Díaz Icaza, en actividades literarias. Asimismo, el artista plástico Luigi Stornaiolo fue reconocido por su labor en actividades artísticas y la Fundación Ecuatoriana Olimpiadas Especiales, en la categoría de organismos públicos o privados.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, destacó la labor de Eugenio Espejo, quien “labró en los muros la palabra libertad” y fue “el gran precursor del pensamiento iluminado”, y exhortó a los ciudadanos a honrar su memoria y “desenterrar” su legado como ejercicio de libertad de expresión. “No fue un libre pensador, fue un pensador libre, predicando donde pudiera lo que debía ser el nacimiento de la Patria”, manifestó el mandatario.
Correa relató que “los amargados de la época cobraron venganza sobre sus huesos (los de Espejo)” enterrándolo en un cementerio de indios. En ese sentido, sostuvo que hoy, como acto de reconocimiento, “debemos plantearnos desenterrar del olvido la labor de Espejo, como un verdadero ejercicio de libertad de expresión”.
El presidente hizo un recorrido por la trayectoria de Díaz Icaza a quién dijo que “la Patria lo reconoce con cariño”. Lo mismo hizo con la Fundación Olimpiadas Especiales, a cargo de Héctor Cueva, que nació en 1979 y que en 2011, tras su participación en Grecia, trajo al Ecuador más de 60 medallas olímpicas.
“Ustedes queridos deportistas son una inspiración para nuestra Revolución Ciudadana que se ha empeñado en mejorar las condiciones de vida” de las personas con discapacidad. Sobre José Amén, quien recibió el mérito por su trabajo en ciencias, destacó sus avances en urología y medicina digestiva. “Necesitamos con urgencia multiplicar este tipo de ecuatorianos.
Sin talento humano no habrá futuro para el país”, afirmó el jefe de Estado. Además, exaltó la labor de Luigi Stornaiolo a quien describió como un pintor “que ha vivido siempre como un creador” y un “crítico mordaz de la sociedad vacía”.
Sobre “Papá Roncón”, además de recordar sus orígenes humildes, narró cómo su labor ha contagiado de cultura a centenares de personas y que ahora, a sus 81 años, continúa entregado por entero a la música. “Trabajaba como estibador, cargador de cajas (…) y luego ha recorrido varios países dando música”. En 2003, “Papá roncón” fue declarado como patrimonio intangible del Ecuador.
Por su parte, la ministra de Cultura, érika Sylva, destacó que en el Día Nacional de la Cultura, que se celebra hoy, los ecuatorianos “debemos reconocer el inédito momento que está viviendo el campo cultural , el momento en que el Plan Nacional ha constituido a la cultura “no en una parte de la política, sino a ella misma en política”.
Bertha Díaz, hija de uno de los galardonados, dio el discurso en nombre de los homenajeados y señaló que el galardón nació como una exigencia “de la mayoría de edad” de la cultura ecuatoriana y que este premio no sólo reconoce a intelectuales y artistas, sino a quienes han impulsado el pensamiento en el país.
“El gobierno actual mantiene prendido el fuego de la creación e inteligencia”, insistió Díaz, para quien el premio Eugenio Espejo es un canal que permite la visualización de los afectos de la gente. Los galardonados recibieron una medalla y 10 mil dólares en efectivo. Además, se les entregará una pensión vitalicia mensual de cinco salarios unificados.