En unos cuatro meses estaría terminada la remediación ambiental en el estero Wínchele y sus afluentes, que se contaminaron esta semana por el derrame de 5 500 barriles de petroleo de 19,2 grados API, por la rotura de una tubería del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP).
El anuncio lo hizo Roberto Grijalva, gerente de oleoductos de OCP, en rueda de prensa en el Municipio de Esmeraldas. Afirmó que se ha evacuado todo el carburante que se encausó en el estero, como parte del plan de contingencia.
Estima que hasta el sábado termine las tres etapas de este plan, junto con la reanudación del bombeo de crudo. «La reparación del tubo de acero de 36 pulgadas es en una extensión de 12 metros que se encuentra en una profundidad de 2,5 metros», detalló.
Mientras la remediación en una extensión de cinco kilómetros, consiste en remover tierra, limpiar el estero Wínchele y riachuelos que hasta ayer contenían crudo disperso en el agua y sus orillas. Los diques y barreras de contención más el monitereo, impiden la filtración de agua con residuos de crudo a los ríos Teaone, Esmeraldas y la planta de captación y tratamiento de la Refinería Estatal, manifestó Grijalva
A su turno, Esteban Silva, de responsabilidad social de OCP, dijo que unos 39 predios (150 personas), están registrados en el censo preliminar como afectados directos. En tanto reciben agua potable y asistencia como parte del plan de contigencia en estos casos.
Pero Beatriz Vera, su esposo Luis Lara, su hija de 12 años de edad y la esposa de Enrique Salazar, presidente de la Asociacion de Huertos Familiares del Valle de Wínchele, no habrían recibido atención médica, posiblemente por los gases del petróleo regado.
Vera fue llevada por los vecinos del sector al hospital móvil del MSP, en una ambulancia, la tarde del martes. Los síntomas que presentaba eran nauseas, dolor de cabeza y fiebre, el médico que la atendió le administró una inyección intravenosa y le envío una caja de tabletas de Ibuprofeno, para la fiebre.
Esteban Silva, descartó personas enfermas o afectadas por el derrame de crudo y que hay brigadas del MSP y de OCP, visitando a las familias que residen a orillas del estero Wínchele. Además, se entrega bidones de agua potable.
Pero los pequeños agricultores y ganaderos recogen agua de las lluvias hasta que se restablesca el caudal del estero Wínchele., detalló Salazar, directivo de unos 60 socios de los huertos familiares de Wínchele.
De su lado el alcalde Ernesto Estupiñán, demandó con el cumplimiento con las imdemnizaciones para los afectados y con el plan de remediación itegral de la zona.
También sugirió monitorear a OCP y EP Petroecuador, las tuberías del oleducto y el SOTE que se encuentran en una extensión de deslizamientos o hudimientos permantes del suelo.
«El terreno de la ciudad de Esmeraldas es de arcilla expansiva y con el invierno se modifica. Por ello hay que verificar el suelo donde se encuentran la Refinería, Termoesraldas, tanques de almacenamiento y el terminal petrolero, para evitar eventos desagradables a futuro», precisó.