Hasta la fecha, unos cuatro millones de ecuatorianos poseen la nueva cédula de identidad cuya principal característica es que incluye información biométrica digitalizada y asentada en un chip dentro del documento plástico.
La estimación es que en este año llegue a siete millones de ecuatorianos cedulados en el nuevo formato, comentó a Andes Jorge Montaño, director general del Registro Civil del Ecuador, quien anunció que el proceso concluirá en 2013.
“(El número de cedulaciones) Fluctúa en promedio 9.000 diarias lo que significa que hacemos 180.000 mensuales, y eso apenas es el 25% de las transacciones que hace el registro civil. Es un proceso complejo, porque se hace una revalidación de datos de los ciudadanos y a eso se suma la información biométrica, huellas digitales, fotografía y la firma digital”.
El último censo ecuatoriano reflejó que el 95% de la población tiene un documento de identidad.
El costo de cedulación sigue siendo subsidiado por el Estado en un 40%, el ciudadano debe pagar 10 dólares para reemplazar su documento anterior. El duplicado tiene un valor de 15 dólares.
“Son precios totalmente razonables, si comparan con otros países, porque lo importante en este momento es dotar de identidad a los ciudadanos, validar aquellos errores que se cometieron por omisión o mala fe en el pasado y asumir la responsabilidad de crear esa base de datos a nivel nacional.
El papel de identidad ecuatoriana puede usarse en el futuro en proyectos de varios tipos, como el dinero electrónico, en conjunto con otras instituciones, afirmó el director del Registro Civil.
“Hay como unificar documentos que son vitales, como se hace en otros países”, dijo.
“La ley ecuatoriana tiene 21 datos publicables y visibles en la cédula de identidad, a lo que se añade la información biométrica”, explicó el funcionario en la inauguración de un taller internacional “Políticas de identidad y registro civil”, en la que participan delegados de Italia, Ecuador, Estados Unidos, Chile, México, Uruguay y Jamaica.
“Tenemos la satisfacción de que nos están observando, no queremos perder la modestia de ser una institución que se modernizó en muy poco tiempo y podemos decir con orgullo que hemos llegado a un sitial importante en la región”.
Una participante es Cristina Tello, de Uruguay. La funcionaria del gobierno uruguayo dirige un proyecto de modernización e interconexión del registro de identidad con las estadísticas vitales (natalidad, mortandad), comentó que este proyecto arrancó en 2008 e introdujo el certificado médico de nacido vivo electrónico con el número de cédula de identidad asignado desde el momento en que el niño nace, vinculado al número de identidad de su mamá.
Uruguay, con menos de cinco millones de habitantes, tiene un bajo nivel de subregistro, por sus características de población concentrada, y sin accidentes geográficos que en el caso ecuatoriano son desafíos.