Los cubanos acudieron hoy, entre esperanzados e incrédulos, a informarse y confirmar las novedades de la reforma migratoria que entró en vigor este lunes en la isla.
En la oficina migratoria del Vedado, un céntrico barrio de La Habana, decenas de personas hacían fila hoy en un ambiente de normalidad para ratificar las novedades, iniciar trámites y constatar si en sus casos necesitan o no de permisos del Gobierno para viajar.
Una de las más madrugadoras fue la bloguera crítica Yoani Sánchez, quien acudió a esa oficina para iniciar los trámites de su nuevo pasaporte, según adelantó en la red social Twitter.
La autora del blog «Generación Y», en otro mensaje, explica que una funcionaria de la oficina de inmigración y extranjería a la que acudió le aseguró que en cuanto tenga el pasaporte, que deberá recoger dentro de quince días laborables, podrá viajar.
«Todavía no me lo creo», agregó Sánchez, quien indicó que después de 20 negativas recibidas en los últimos cinco años para salir al extranjero «el 'sí' parece ahora cercano».
En declaraciones a periodistas, la bloguera afirmó que «está esperanzada, pero mantiene la cautela».
Y es que después de décadas de restricciones para viajar muchos cubanos se muestran todavía incrédulos con la flexibilización migratoria emprendida por el presidente Raúl Castro.
«Esto es demasiado sencillo, aquí tiene que haber algo. Yo todavía no creo que sea así», dijo en esa misma oficina Armando Beguerie, de 38 años y con pasaporte visado para viajar a Italia, después de que un funcionario de inmigración y extranjería le aseguró hoy que no necesitaba más documentos para salir del país.
Las oficinas de Inmigración y Extranjería han colocado en sus paneles informativos «para evitar molestias y afectaciones económicas» un listado de los casos que sí requerirían autorizaciones específicas para viajar, y que «deben abstenerse de presentarse en frontera».
La lista incluye a cubanos sujetos al cumplimiento del servicio militar y a quienes poseen armas de fuego y no las han «depositado».
Además, remite al capítulo de la ley que enuncia un tratamiento especial para los viajes al exterior de cuadros directivos, profesionales de la salud o la educación y atletas que sean «vitales» para el país.
Otro cubano, identificado como Yadían, de 34 años y con pasaporte visado la semana pasada para un viaje definitivo a EE.UU., dijo que con la nueva ley se podrá ahorrar los 150 pesos convertible (unos 150 dólares) que el Gobierno cubano pedía por el «permiso de salida», y tampoco tendrá que abonar otra suma a las autoridades de la isla por un certifico médico que Washington le exige.
«Me acaba de informar un funcionario cubano que ya no tengo que pagar por ese chequeo médico. No sé, tan fácil no puede ser. ¿Y si no lo pago y después me viran en el aeropuerto y pierdo mi pasaje?», señaló.
Yadían confesó que para comprar su pasaje a Miami esperará a que pasen estos primeros días para informarse «mejor», si bien se mostró optimista con la flexibilización migratoria.
Por ejemplo, espera acogerse a la posibilidad que le da ahora Cuba de permanecer en el exterior por motivos particulares hasta 24 meses, conservando sus derechos en la isla, y dijo que prevé mantener el vínculo «con las dos orillas» porque en La Habana deja mujer e hijos.
Cuba puso hoy en vigor una esperada reforma migratoria que elimina restrictivos trámites para salir del país como el «permiso de salida» o la «carta de invitación» que debían conceder las autoridades cubanas para poder viajar.