El fortalecimiento de la nueva arquitectura financiera regional, el establecimiento de políticas laborales, entre ellas, un salario básico que rija en toda América Latina y la coordinación entre instituciones tributarias de los países suramericanos son las propuestas que el Presidente de la República, Rafael Correa, llevó a la 41 Cumbre de países miembros y asociados del Mercado Común del Sur (Mercosur).
El Jefe de Estado ecuatoriano resaltó que el proceso de integración que propone para América Latina busca políticas que tengan como principio y fin al ser humano.
Para ello y con el propósito de romper el dominio al que ha estado sometida la región, señaló que es imperativo hablar de políticas laborales regionales entre ellas un salario digno.
El Mandatario señaló que es necesario establecer estrategias comunes para el intercambio de información que evite la elusión tributaria en nuestros territorios, problema que dijo, limita las funciones redistributivas del Estado.
En cuanto a la necesidad de una nueva arquitectura financiera, el Presidente Correa, insistió en la creación de un Fondo Común del Sur para así evitar que los bancos centrales de nuestros países que muchas veces son autónomos, envíen sus fondos al exterior.
“América Latina tiene el ahorro para financiar su desarrollo, para tener su propio fondo monetario del sur, juntado reservas”, expresó el gobernante quien instó a los países miembros del Mercosur a que participen del Sistema único de Compensación Regional (SUCRE) para sus negociaciones.
“En este nuevo cambio de época nadie nos perdonará que traicionemos la esperanza y no construyamos un proceso real de integración”, indicó el Presidente Correa, quien exhortó a que como región se empiece a trazar políticas que impulsen el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas.
Según datos de la Cepal las pequeñas y medianas empresas generaron en 2009 el 61% de los empleos de América Latina, contribuyeron a las formación del 28% del Producto Interno Bruto (PIB) y participaron en el 8% del total de las exportaciones. No obstante, los programas destinados a fortalecer estas actividades apenas alcanzaron el 0.018% del PIB de América Latina.
“Esta situación de marginalidad que expresan las Mypimes han asentuado más la inequidad en nuestro países”, dijo el gobernante ecuatoriano.