El comportamiento en el escenario político, específicamente en el electoral, ha tenido variaciones notorias desde el año 2006 (Año en que Correa se postuló a la presidencia por primera vez), hasta el presente.
Parte de este comportamiento guarda relación con los partidos que tradicionalmente han liderado el cuadro político y la simpatía de los votantes. Lo que ahora vemos es que estas agrupaciones sufren un descenso notable en relación a la popularidad que tuvieron en años pasados.
El analista político, Xavier Flores, en una entrevista realizada por Carlos Rabascall, explicó este fenómeno aduciendo a que la gente desea una renovación de carácter político y organizacional. Además indicó que el 84% de los votantes eligió agrupaciones nuevas, incluyendo a Correa, dejando sólo el 16% asegurado hacia los partidos políticos tradicionales.
Como fundamento de esta tendencia, Santiago Pérez, director del Programa de Estudios de Opinión Pública, en un reportaje realizado en el mismo programa indicó que en el 2006 y 2009 se ha consolidado una nueva generación en la política ecuatoriana. «los partidos tradicionales han perdido credibilidad, se refleja un cambio extraordinariamente grande y profundo del escenario del mapa político electoral.»
Esto se evidencia también en la repartición de escaños en la Asamblea Nacional, pues tomando de referencia al PSC, uno de los partidos que fue ícono durante años en la política ecuatoriana, vemos que ahora cuenta con el 8,67% de los votos para asambleístas nacionales frente al 52,02% obtenido por AP.
A propósito de esto, el Partido Social Cristiano ha denunciado supuestos fraudes por parte del CNE en el conteo de los votos.
Jaime Nebot Saadi, en entrevista con Radio Morena, denunció al Consejo Nacional Electoral de planificar un fraude sistematizado en el proceso del registro de votos.
Saadi explica que se han utilizado cuatro sistemas para ejecutar el retiro fraudulento de los votos.
El primer sistema consistiría en «virar la votación de la lista 6-MG y colocársela a un partido chico y viceversa»; el segundo sistema se basa en que coincidiendo el acta de la lista 6 con la del tribunal, le ponen cero a todos los candidatos de la lista 6. El tercer sistema funciona colocándoles cero «a base de esguince técnico, pero las datas coinciden que hay votos y el resultado de la digitación es cero»; y por último el cuarto sistema consiste en escoger a cualquiera de los candidatos de la lista 6 y restarles 100 votos perjudicando a la votación en plancha. «Yo espero que el Señor Presidente de la República no tenga conocimiento de estos fraudes sistematizados y aplicados de una manera muy clara», expresó.
Además de esto sostuvo que lo sucedido con las actas no se puede calificar de «erróneo» pues es un sistema pensado a forma de patrones para restar votos. «No puede haber tanto imbécil para cometer tanto error, esto es un sistema de quitar votos. Esto que se esta diciendo es una mentira amparada en números fraudulentos».
Por su parte Paúl Salazar, vicepresidente del CNE, en entrevista con María Josefa Coronel, sostuvo que no existe ningún fraude, «lo que ha sucedido es un error de transcripción».
Salazar admitió que el acta presentada por los dirigentes socialcristianos efectivamente es una copia entregada por los miembros de una junta receptora de votos, el asunto se desentona en el momento en que la copia que posee el CNE, es decir la oficial, es otra y con distintos resultados.
En esta parte también indicó que ambas actas tienen las firmas de los integrantes de las JRV y también la de algunos partidos políticos incluyendo a los delegados del PSC-MG.
Salazar manifestó que el total de las denuncias presentadas por el Partido Social Cristiano es de 17 frente a 9.435 mesas electorales, considerando a esta cifra como un porcentaje insignificante.