Desde las 00:01 de este 24 de noviembre entraron en vigencia las Reformas Tributarias diseñadas por el gobierno del Ecuador, luego de que la Legislatura no las vetó, modificó o aprobó en el plazo de 30 días, como manda la Constitución.
Así, el día empezó con nuevos impuestos para los ecuatorianos. Uno de ellos grava la salida de divisas con el 5% (antes era 2%) a las transacciones que dejen más de USD 1 000 por mes en el exterior.
Carlos Marx Carrasco, titular del Servicio de Rentas, explicó que el objetivo es proteger a la economía de un “desangre” (fuga) que podría causar una “anemia económica” (iliquidez), conceptos que el economista ha venido sosteniendo desde hace un mes, cuando junto con el Ejecutivo remitió el proyecto de reforma a la Legislatura, el pasado 24 de octubre.
“Tratamos de incentivar la producción”, dice el director del SRI, quien sostiene que la medida favorece a la industria nacional y compensa a la importación de bienes de capital y materias primas exonerándolos de este impuesto.
Días antes, frente a la Comisión de Desarrollo Económico del Legislativo, defendió esa misma tesis, pues “este año, la empresa privada ha sacado USD 25 mil millones del país”, recordó.
El analista Walter Spurrier adelantó su estimación de USD 1 500 millones anuales de recaudación por el impuesto a la salida de divisas.
En el proyecto se incluyeron los “impuestos verdes” de fomento ambiental, cuyo contenido es inédito en el Ecuador. Estos buscan incidir en los hábitos de consumo en temas medioambientales (impuestos a los envases plásticos y a la contaminación vehicular), de salud pública (cigarrillos y licores), por los cuales se estima recaudar entre USD 350 y 400 millones.
El mismo director del SRI aceptó que en un hecho inédito. La medida del éxito de estos impuestos será su paulatina reducción, y señaló sentirse “altamente optimista al respecto”.
El proyecto entra este 24 de noviembre como ley. El presidente de la Comisión Económica de la Legislatura, Paco Velasco, convocó el pasado 3 de noviembre al debate, pero los asambleístas de oposición no asistieron. Sin informe y a 10 días de vencerse el plazo, el 14 de noviembre, el asambleísta Fausto Cobo, del opositor partido Sociedad Patriótica, presentó una moción que permita el debate en el pleno. El jueves 17, luego de una reunión de jefes de bancadas, se acordó votar en forma directa el proyecto.
Un total de 53 votos rechazaron la reforma y 47 la sancionron, pero la Asamblea de 124 legisladores prevé en su Código Orgánico que la archivación de leyes se haga con mayoría absoluta, es decir 63 votos.
Así se dieron las circunstancias para que, por el Ministerio de la Ley, este proyecto se haya convertido en ley, pese a las presiones de sectores empresariales del Ecuador.