El desempleo en España afecta a unos 100.000 ecuatorianos, dos tercios de los cuales no recibe ningún tipo de subsidio público, reveló hoy en Madrid la ministra de la Secretaría Nacional del Migrante (Senami) de Ecuador, Betty Tola.
Tola, que lleva a cabo su primera visita oficial a España tras su reciente nombramiento, destacó que el desempleo entre el colectivo ecuatoriano es del 27-28 %, «mucho más alto» que la media española, en torno al 20 %.
De esas 100.000 personas, según datos oficiales, «aproximadamente unas 30.000-33.000 están recibiendo algún tipo de ayuda», como los subsidios de desempleo que otorga el Gobierno español, añadió la ministra en una rueda de prensa en la sede de la Senami en Madrid, mientras que el resto, unas 67.000-70.000 personas, subsisten sin esas prestaciones.
Para paliar su situación, desde la Senami se trata de prestar especial atención a las personas en estado de vulnerabilidad e invertir en temas sociales, lo que se suma a las «redes de solidaridad» establecidas entre los propios ecuatorianos.
El «retrato robot» del desempleado ecuatoriano en España es «un hombre de entre 35-40 años, que se dedicaba a la construcción», explicó, por su parte, el representante de la Senami en España, Oscar Jara, quien puso de manifiesto la grave situación que hay también en el sector agrícola y el trabajo doméstico.
«El sector del servicio doméstico se está sosteniendo, pero no está como antes. Hay mujeres españolas que han perdido su empleo y han vuelto a su casa y no pueden permitirse pagar a alguien», añadió.
Para hacer frente a este difícil contexto económico, uno de los asuntos más mencionados por los ecuatorianos con los que se ha entrevistado Tola durante su visita a España, la estrategia mayoritaria es recurrir a la formación y la capacitación, ya sea para especializarse o para recuperar la profesión anterior.
Los ecuatorianos demuestran «más flexibilidad» en sus respuestas frente al desempleo, subrayó Jara, que puso como ejemplo de ello el cambio de residencia a otras regiones españolas e, incluso, a otros países europeos, principalmente el Reino Unido, la reagrupación en caso de no poder hacer frente al pago de la hipoteca o el retorno de parte de la unidad familiar a Ecuador.
A pesar de que el desempleo está afectando más a los ecuatorianos que a los españoles, desde la Senami no han detectado que esto se traduzca en un regreso masivo al país andino, una respuesta «bastante minoritaria», según la ministra.
Las cifras oficiales de retorno son de un 9 %, a los que habría que sumar a quienes no informan de sus planes a ninguno de los dos Gobiernos ni se acogen a programas públicos de retorno, que elevarían esa cifra, según estimaciones de la Senami, hasta un 15 %.
Un porcentaje que «sigue siendo bajo, dada las dimensiones de la crisis», a juicio de Jara, que hizo hincapié en cómo, tras haber apostado por la emigración a España, el colectivo ecuatoriano «sigue intentándolo hasta el último momento».
Además, añadió, para muchos de ellos volver a Ecuador supone «volver a emigrar», ya que en algunos casos tienen hijos que han vivido hasta quince años en España.
La ministra de la Senami, que llegó a Madrid el pasado sábado, viajará mañana, miércoles, a la región de Murcia (sureste), donde 1.500 de sus compatriotas se vieron afectados por los terremotos de Lorca el pasado mayo, y el jueves y viernes a Barcelona.
La prioridad de la visita es detectar el estado actual de la situación de los cerca de 400.000 inmigrantes de esa nacionalidad que viven en España, uno de los principales destinos de la emigración ecuatoriana, así como el trabajo de la Senami en este país.