Los deudores de la banca cerrada refirieron que quieren visibilizar un problema que ha estado latente, pues una vez ocurrido el feriado bancario de 1999, muchos trataron de arreglar su situación de manera individual; sin embargo, después de más de 10 años la deuda acumulada sobrepasa sus esfuerzos por cumplir con el pago.
Roberto Parra, uno de los deudores, advirtió que muchos están próximos a perder sus viviendas. «Esto ya dejó de ser un problema económico-financiero, hay familias rotas, desempleadas, y algunas casi destruidas», aseveró.
De su parte Jorge Sotomayor explicó que siempre se visibilizó a los ahorristas como los perjudicados de la banca cerrada; pero hay otro grupo de ecuatorianos que también han salido perjudicados con el feriado bancario, como es el caso de aquellas personas que hicieron préstamos para vivienda o crédito productivo.