Hoy se cumplen 10 años de los ataques suicidas coordinados en los Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001 contra objetivos en Nueva York y Washington D.C.
En esa mañana, 19 terroristas del grupo Al-Qaeda secuestraron cuatro aviones comerciales en la costa este del país y los desviaron de sus rutas hacia la costa oeste. Dos aeronaves fueron estrelladas con las Torres Gemelas en Manhattan, mientras que una fue estrellada con el Pentágono y otra cayó en un área rural de Pennsylvania. Ambas torres en Nueva York se desplomaron tras los impacto de los aviones, que junto a los de Pennsylvania y Washington causaron más de 3000 muertes en el país.
Tras los ataques, las sospechas cayeron rápidamente sobre miembros de Al-Qaeda. Osama Bin Laden, líder del grupo, se atribuyó los ataques y citó que las razones fueron el apoyo de EE.UU. a Israel y la presencia de tropas americanas en Arabia Saudita, entre otras.
Estados Unidos respondió a los ataques con la declaración de la “Guerra contra el Terror” invadiendo Afganistán para derrocar a los talibanes, quienes apoyaban a Al-Qaeda).
Muchos países reforzaron sus legislaciones antiterrorismo como resultado y ampliaron el rol de sus gobiernos en el control civil. En mayo del 2011, después de años de búsqueda, tropas americanas localizaron y asesinaron a Bin Laden. La destrucción de las Torres Gemelas causó un grave daño a la economía de Lower Manhattan, mientras que las labores de retirada de escombros de los edificios duraron nueve meses. El pentágono fue refaccionado en un plazo de un año.
Los ataques del 11 de septiembre del 2001 fueron el acto de agresión más destructivo en suelo de los Estados Unidos desde el bombardeo de Pearl Harbor en Hawai, durante la Segunda Guerra Mundial.