Hace poco concluyó la audiencia de mediación por el cierre de la Revista Vanguardia y el despido intempestivo de los periodistas del medio de comunicación el pasado jueves.
El proceso se realizó en la inspectoría 28 del Ministerio de Relaciones Laborales. Hasta el lugar llegaron los nueve periodistas, entre ellos, Juan Carlos Calderón, director de la revista, además de Gerardo Aguirre, abogado de Francisco Vivanco, presidente de Vanguardia, quien pidió a los periodistas probar judicialmente el cierre de la revista y no aceptó una mediación en el caso.
Aguirre tuvo que presentar documentos sobre afiliación al IESS, pago de remuneraciones, horas extras y vacaciones que avale el compromiso de la empresa con sus colaboradores. Sin embargo, Aguirre no habría podido probar el pago de vacaciones y horas extras. Por esta razón, el inspector multó a la Revista Vanguardia. Sin embargo, la sanción debe imponerla en un plazo de 30 días la Directora Regional de la Revista Vanguardia.
Al finalizar la audiencia, Aguirre dijo que no se puede mediar con personas que actuaron de mala fe y dijeron que no se les pagó remuneraciones. Precisó que «los computadores son propiedad de la Revista Vanguardia» y con ello justificó que no se les permita sacar respaldo de los computadores a los comunicadores que laboraron en el lugar.
Juan Carlos Calderón, quien fue director general del medio de comunicación, dijo que el proceso no se ha cerrado. Los comunicadores iniciarían un juicio para pedir el cobro de sus indemnizaciones por despido intempestivo. La mayoría de ellos, hasta el momento, se encuentran sin empleo y temen que Vivanco inicie un proceso judicial en su contra por haber publicado la edición 398 en digital, sin autorización de Vivanco.
Aguirre dijo que no tienen un afán «persecutorio» y que no han pensado en acciones legales en contra de los comunicadores. El martes pasado, en uno de los medios de comunicación, de propiedad de Vivanco, y por redes sociales circuló la misiva: Aclaración necesaria, en donde los directivos de Vanguardia aclaran que la publicación de la edición 398 es un material «apócrifo de exclusiva responsabilidad de sus autores y de quienes subieron y hacen circular ese material en internet».
La audiencia no fue pública. No se permitió el ingreso de medios de comunicación y se desarrolló por cerca de dos horas.