Bajo el título '¡La voluntad popular de transformar la justicia no será burlada!', dirigentes de Alianza País respondieron a la asambleísta de oposición Cinthya Viteri. La respuesta es porque este domingo, 11 de septiembre del presente año, el diario El Universo publicó una carta firmada por la asambleísta Viteri, en la que, amparada en la inmunidad que goza en su calidad de asambleísta, elegida por la alianza de los partidos Social Cristiano y Madera de Guerrero, despotrica del Presidente Rafael Correa.
La causa que aparentemente ha desatado la furia de la señora Viteri son las expresiones del Jefe de Estado vertidas durante el último Enlace Ciudadano, relativas al estado catastrófico en que se encuentra la administración de justicia en el país, y al hecho cierto e innegable que los mayores problemas de corrupción, politización y mala administración, se concentran en el distrito judicial de la provincia de Guayas, cuya máxima autoridad judicial es la señora Dra. María Leonor Jiménez, madre de la asambleísta Cinthya Viteri.
La carta de la dirigencia del movimiento oficialista señala que: » según las afirmaciones de su propia hija, la señora Dra. Jiménez de Viteri ingresó a la Función Judicial hace 25 años; es decir, justamente cuando se encontraba en el poder el Partido Social Cristiano, y transcurría el gobierno del Ing. León Febres Cordero. Este hecho debió haber sido considerado por la asambleísta Cinthya Viteri antes de escribir su diatriba, pues constituye la prueba de que el mencionado partido y sus alrededores vienen usufructuando de la Función Judicial por más de 25 años, lo cual le convierte en el principal responsable de la situación que hoy atraviesa la administración de justicia en la provincia de Guayas».
La Dra. María Leonor Jiménez de Viteri, presidenta de la Corte Superior de Justicia de Guayaquil, madre de la asambleísta Cinthya Viteri (ex candidata presidencial del Partido Social Cristiano, actualmente movimiento Madera de Guerrero), por evidente desafecto político al Mandatario, ha venido actuando como un sujeto político, a través de declaraciones en los medios de comunicación. En estas plataformas -dicen los dirigentes de Alianza País-, sin observar que desempeña una función jerárquica en la administración de justicia, ha hecho públicos cuestionamientos a las decisiones judiciales de jueces inferiores, en especial en el caso de la querella penal del Presidente de la República en contra de Emilio Palacio y diario El Universo, y a otras decisiones de naturaleza política, como la decretar el estado de excepción en la Función Judicial.
Para las mujeres integrantes de la Directiva Nacional de Alianza País: Doris Soliz Carrión, Ximena Ponce, Rosana Alvarado, Irina Cabezas, Dora Aguirre, Gabriela Rivadeneira, Olga Mejía, Andrea Gonzaga, Nancy Morocho, María Luisa Moreno y Patricia Sarzosa, los insultos de la asambleísta Viteri Jiménez pretenden distraer lo principal: la conducta de la Dra. Jiménez de Viteri, en su calidad de jueza y ahora presidenta de la Corte Provincial de Justicia de Guayaquil, es una clara acción política que viola los principios del Código Orgánico de la Función Judicial, que le exigen un obrar imparcial y la prohibición de realizar actividades de proselitismo político (definido como acción de ganar partidarios para una parcialidad o doctrina).
«Las acciones cometidas por la Dra. Jiménez de Viteri se enmarcarían en la denominada falta gravísima, sancionada con la destitución del cargo, conforme lo señala el Art. 109 numeral 1, y además en la violación de los principios contenidos en los artículos 9 y 15 inciso final, del Código Orgánico de la Función Judicial, por lo que sea o no sea la madre de una asambleísta, hacemos un llamado al Consejo de la Judicatura de Transición para que, con base en las pruebas y evidencias del caso, juzguen estas conductas y la sancionen conforme a derecho», dice la misiva de Alianza País.
«Las reacciones de la jovencita estudiante de hace 25 años, hoy asambleísta, más allá de demostrar la desesperación del Partido Social Cristiano y Movimiento Madera de Guerrero por el final de la fiesta en la que la corrupción, el abuso de autoridad y poder, la demora judicial, la acumulación de cientos de miles de juicios, el reparto de puestos, la troncha de juzgados y dependencias judiciales, eran el pan de cada día de su partido político (ahora movimiento), demuestran también el pobre nivel del debate político de la oposición, cuando reemplazan cuestionamientos firmes y directos del Presidente de la República, por una retahíla de ofensas que más parecen el berrinche de una jovencita estudiante malcriada», es una de las conclusiones de carta a Cinthya Viteri.