Dolores Guerra, esposa de Johnny Gómez, desaparecido desde el 19 de noviembre del 2003 en un operativo policial realizado a la farmacia Fybeca de la Alborada, cuestionó esta mañana que recién en dos meses se investigue la verdad del caso que se tramitó en siete años «sin ningún éxito» para encontrar a su esposo.
Guerra manifestó al noticiario de GamaTV que se sintió conforme con la solicitud del Ministerio del Interior para la reapertura de la investigación.
La afectada por el supuesto caso de violación a los derechos humanos, que se inició con la desaparición de su esposo, indicó este viernes que aún existen en el país «polibandas organizadas» (policías corruptos), por lo que instó a las autoridades a depurar la institución policial.
Para ello, señaló que se debe empezar con la baja de los más de veinte policías que participaron en el operativo Fybeca. Además, exigió que le devuelvan el cuerpo o las cenizas de su esposo.
Dolores dijo estar convencida de que los gendarmes involucrados son causantes de la desaparición de Gómez, quien aseguró que la llamó el 20 de noviembre del 2003 para pedirle ayuda porque los policías lo querían matar.