Al menos siete personas murieron hoy en un atentado con coche bomba en el complejo gubernamental de Oslo, al que siguió un tiroteo en un campamento juvenil cercano a la capital noruega, en el que diez jóvenes perdieron la vida, confirmó la Policía.
El grupo yihadista Ansar al-Yihad al-Alami ha reivindicado en un comunicado los ataques terroristas, según revela el diario The New York Times.
La Policía, que ha relacionado los dos ataques, informó de siete muertes y al menos quince heridos en el atentado ocurrido sobre las 13.20 GMT en un complejo de edificios del Gobierno situado en el centro de Oslo.
En el campamento de las juventudes socialdemócratas (UAF), que se desarrollaba en la isla de Utøya, cercana a la capital, se esperaba acudiera mañana el primer ministro Jens Stoltenberg.
Ningún miembro del gobierno resultó herido en la explosión en la capital, informó el propio Stoltenberg por vía telefónica y desde un lugar no revelado, por razones de seguridad, tras calificar la situación de muy grave.
Según algunos medios noruegos, el objetivo del coche bomba de la capital era el ministerio de Energía y Petróleo.
Por lo que respecta al campamento juvenil, el tiroteo ocurrió sobre las 15.30 GMT, dos horas después del atentado, en unas instalaciones ocupadas por unas 560 personas en la isla de Utøya.
El agresor era un hombre vestido con un uniforme de policía que fue detenido posteriormente, según informaciones policiales.
En el campamento de la AUF dio esta mañana un discurso Gro Harlem Brundtland, ex primera ministra socialdemócrata de Noruega en tres ocasiones y estaba previsto que acudiera mañana Stoltenberg.
En Oslo, la policía acordonó todo el complejo gubernamental inmediatamente después del atentado, mientras se evacuaban las dependencias aledañas, la estación de ferrocarril, varios centros comerciales y se registraba la zona en busca de otras posibles bombas.
Asimismo se desalojaron las redacciones de los principales medios del país, como la radio pública NRK, los periódicos «VG», «NTB», «Aftenposten» y el canal «TV2».
El edificio que alberga las oficinas del primer ministro resultó seriamente afectado, junto con otros inmuebles vecinos, donde saltaron por los aires los cristales de las ventanas.
Entre los inmuebles afectados se encuentra asimismo el del popular diario noruego «VG».
Tras la explosión se registraron escenas de pánico por las calles, con personas corriendo, algunas de ellas ensangrentadas.
Imágenes de la televisión noruega muestran desde poco después de las explosiones escenas de caos en el centro del distrito gubernamental.
Diversos medios locales informan de la existencia de un automóvil destrozado, donde podría haber sido depositada una bomba, aparcado ante uno de los edificios afectados.