Un frente común regional para frenar lo que considera abusos de las transnacionales, es lo que promueve el presidente de la República, Rafael Correa. Así lo anunció el sábado pasado durante el enlace 310 que se realizó en el cantón Naranjal, provincia del Guayas.
No es la primera vez que el Mandatario pide que la región se una y respalde el país ante acciones internas o externas que, de una u otra forma, han estado relacionadas con intentos de socavar la soberanía ecuatoriana.
Uno de esos casos fue el de Angostura, en agosto de 2008, cuando Colombia bombardeó territorio nacional, donde estaban ocultos elementos de las FARC. En esa ocasión, tras el reclamo del Gobierno, la región condenó el ataque.
Lo mismo ocurrió tras los hechos del 30 de septiembre de 2010. Allí los bloques regionales, liderados por la Unasur, emitieron una resolución que condenó el intento de golpe de Estado.
El Gobierno también logró que la Unasur, la ALBA y la misma Organización de Estados Americanos (OEA) condenen la amenaza de Gran Bretaña de asaltar la Embajada ecuatoriana en Londres para detener al creador de WikiLeaks, Julian Assange, quien permanece aún asilado en la sede diplomática.
Ahora, Ecuador enfrenta otro reto: en días pasados un tribunal de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ordenó a la justicia ecuatoriana suspender una sentencia de un juzgado ecuatoriano que obliga a la empresa petrolera Chevron a pagar una indemnización de 18.000 millones de dólares.
Esta indemnización se debe, según la sentencia, por los daños ocasionados por la petrolera a la Amazonía ecuatoriana cuando operó en el país hasta 1992, no solo ambientales sino en la salud de los pobladores.
De allí que el Jefe de Estado manifestó en su enlace que espera reunirse con los bloques regionales Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) y la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) para tratar esta decisión que la consideró una «aberración» legal contra Ecuador. «Es necesaria la unión latinoamericana para evitar los abusos de estas transnacionales que nos consideran colonias y tienen comprados árbitros, centros de arbitraje» para defender a las grandes corporaciones, señaló Correa.
Explicó que un tribunal de arbitraje de las Naciones Unidas ordenó recientemente a Ecuador impedir la ejecución de una sentencia emitida por una corte del país contra la petrolera Chevron, para que pague unos 18.000 millones de dólares por los daños ambientales causados en la Amazonía ecuatoriana durante sus operaciones entre 1964 y 1990.
Fallo atenta soberanía
El fallo del centro de arbitraje invocó el Tratado Recíproco de Inversiones entre Ecuador y Estados Unidos, que entró en vigor en 1997. «Todavía sufrimos la letal herencia de la larga y negra noche neoliberal con esos criminales tratados de inversión», agregó Correa, al rechazar el fallo del tribunal arbitral.
«¡Se acabó la soberanía, se acabó la independencia, nos convertimos todos los países en colonias! con ese tipo de acciones de cortes internacionales», recalcó.
Esos tribunales «siempre fallan a favor de la transnacional y contra los Estados, porque están para eso y por ello el interés de Ecuador es que Latinoamérica trabaje para crear sus propios mecanismos de arbitraje», indicó Correa en su enlace.
Además, denunció que Chevron «se ha dedicado a hacer pedazos a Ecuador» con una campaña mediática «a nivel mundial para desprestigiar a la justicia» ecuatoriana.
Se mostró indignado con el centro de arbitraje que invocó el Tratado Recíproco de Inversiones con Estados Unidos, en vigor desde 1997, pese a que la petrolera salió del país en 1992 cuando no estaba protegida por el convenio.
Además, recordó que el juicio ambiental en una corte ecuatoriana contra Chevron fue planteado hace quince años por organizaciones sociales de la Amazonía, por lo que señaló que es un caso privado.
No obstante, «en forma escandalosa este tribunal (…) se declara competente para conocer el caso y ordena suspender la sentencia y está persiguiendo al país porque el presidente no ordenó suspender una sentencia. ¡Están chiflados!», dijo el Primer Mandatario.
Frente regional
«Vamos a defender al país, vamos a denunciar esto al mundo; por eso es necesaria la unión latinoamericana para evitar los abusos de estas transnacionales que nos consideran colonias», agregó. Según Correa estos hechos demuestran que el mundo lo domina el gran capital.
Esa es la causa de «la crisis de civilización actual, ahí está la raíz de la crisis de Europa, crisis que se refleja también en crisis económica, pero que es crisis civilizatoria: el absoluto dominio del capital sobre los seres humanos y su extensión, el absoluto dominio de los mercados sobre las sociedades».
Y fue más allá, al señalar que es necesario cambiar esa realidad, «es el gran desafío de la humanidad del siglo XXI», que poco a poco se alcanza en países con regímenes progresistas, aunque «a nivel internacional las cosas siguen igual».
Llamó a la región a rebelarse y por eso está pidiendo reuniones con los miembros de la ALBA y de la Unasur.