El Gobierno, a través de la Cancillería, rechazó las declaraciones el presidente de EE.UU., Barack Obama, y del portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, sobre supuestas amenazas a la libertad de prensa en el Ecuador, emitidas con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa.
El mandatario estadounidense se refiere en su pronunciamiento a las “amenazas y hostigamiento” de los cuales sería víctima el periodista ecuatoriano César Ricaurte, mientras que Toner habría afirmado que Ricaurte, de la organización Fundamedios, ha sido objeto de amenazas de muerte por su reciente testimonio ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la libertad de prensa en el Ecuador, motivo por el cual el portavoz del Departamento de Estado hace un llamado al Gobierno ecuatoriano para que mantenga la libertad de prensa y asegure que los periodistas puedan realizar sus actividades sin amenazas o sanciones.
En un comunicado, la Cancillería «rechaza la infundada acusación del presidente Obama referida a una cuestión sobre la cual ha sido evidentemente mal informado, así como repudia las temerarias declaraciones del señor Toner, las cuales no se ajustan a la realidad que impera en el país en el ámbito de la libertad de expresión y del respeto de los derechos humanos, incluyendo la dignidad y libertad de todas las personas, sin excepción alguna».
«Quienes se dedican en el Ecuador a la labor del periodismo saben que cuentan con todas las garantías establecidas por las leyes», puntualiza la nota oficial.
«No es sorprendente que la organización Fundamedios, conocida informante de la Embajada norteamericana, que se financia con fondos de entidades privadas claramente identificadas con grupos de oposición al gobierno, forme parte de una campaña de descrédito contra el Estado y sus instituciones, lo cual revela las verdaderas intenciones de quienes utilizan el engaño y la manipulación informativa con fines políticos», añade.
Subraya que para el Gobierno «la atención de todos y cada uno de los derechos humanos es una cuestión de principios». Indica que así lo demuestran los principales indicadores, «que dan fe del éxito ecuatoriano por promover estos derechos a lo largo de los últimos cinco años, mediante la transformación del viejo modelo económico que rendía pleitesía al capital y al mercado, por un nuevo modelo que está centrado en el ser humano».
Finalmente, la Cancillería invita al Gobierno de los EE.UU. a compartir estos esfuerzos, «para atender, primero, los legítimos derechos del pueblo estadounidense y luego a las corporaciones».
De igual modo, llama a ese Gobierno a «ratificar la Carta Interamericana de Derechos Humanos, de cara a cumplir así con los estándares hemisféricos que existen sobre esta materia y cerrar la prisión de Guantánamo, donde los detenidos carecen del debido proceso y han sido sometidos a tratos inhumanos y crueles, tal como lo prometiera el presidente Obama a sus electores».