La Junta ejecutiva del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) aprobó un nuevo programa de USD 63 millones para la reducción de la pobreza rural en ocho territorios de Ecuador, informó la entidad con sede en Roma, Italia.
El programa beneficia a gran parte de la población de pequeños productores agrícolas del país, 25% de ella de origen indígena o afro-ecuatoriano.
El programa tiene un período de implementación de seis años, con un costo total que asciende a USD 62.9 millones, de los cuales 32.3 millones, corresponderán a la financiación del FIDA y el Fondo de Cofinanciación para la Seguridad Alimentaria Español, explica el documento de la entidad de Naciones Unidas.
El administrador del programa del FIDA en Ecuador, Francisco Pichón, señaló que el ”Programa del Buen Vivir en Territorios Rurales” buscará promover la sostenibilidad de los medios de vida de al menos 25 mil familias rurales en el área del programa.
Es esta forma se busca “apoyar iniciativas endógenas y territoriales que se desarrollen para impulsar la gestión de los recursos naturales, la inversión en infraestructura socio-productiva, y la consolidación de iniciativas económicas estratégicas en el marco de la política nacional de soberanía alimentaria”, sostuvo Pichón.
Las provincias beneficiadas son, Esmeraldas, Carchi e Imbabura en el norte del país; Los Ríos, en el centro de convergencia de la Costa con la Sierra; Tungurahua y Chimborazo (que abarcan la mayor parte de los páramos del Ecuador) y Bolívar en la Sierra central; Manabí, Guayas, y Santa Elena en la costa; y Loja en el centro sur, frontera ecuatoriana con Perú.
El proyecto está alineado con el marco de las políticas gubernamentales expresadas en el ‘Plan Nacional de Desarrollo para el Buen Vivir 2009-2013’.
Desde 1983, el FIDA ha entregado al Ecuador siete préstamos por USD 72.4 millones en diferentes programas para la reducción de la pobreza rural.
Ecuador además se ha beneficiado de cinco donaciones del Fondo a programas regionales de desarrollo rural y apoyo a los pueblos indígenas amazónicos por un valor de USD 3.1 millones, según datos del FIDA.