El sistema consular ecuatoriano entrará a un proceso de reingeniería integral. De 48 consulados generales que ahora tiene el país, solo se contará con cinco, mientras que los consulados simples subirán de 8 a 16, las agencias consulares de una a 14 y las secciones consulares de 33 a 43.
Según el canciller Ricardo Patiño, hace dos meses se realizó una evaluación en la que se evidenció un exceso de personal. Por ello se estudiaron las atenciones diarias y el número de funcionarios. «No somos una empresa, pero debemos tener estándares mínimos y niveles de eficiencia», indicó.
Como parte de los cambios se prevé el cierre de nueve embajadas, pero también se abrirían otras en países que tienen reciprocidad con Ecuador. En realidad son 12 países que pese a que Quito tiene representación diplomática, estos no hacen lo propio. El Gobierno esperaría reciprocidad de nueve Estados, sino cerrará sus legaciones.
Actualmente se considera mantener a tres del listado, pese a que no hay reciprocidad: Singapur, Australia y Sudáfrica, porque la Cancillería considera que son «claves y estratégicos».
Patiño manifestó que se abrirían consulados en países de África, Asia y del Caribe. En el primer continente hay 33 países, pero Ecuador solo tiene dos embajadas. «Hay relaciones que debemos impulsar con esa serie de países», acotó. En el caso de los consulados que se cerrarían, el personal que labora en esas dependencias sería enviado a otros países para lograr «eficiencia en el sistema». Aún no se publica qué consulados se cerrarán.
Justificó la presencia de embajadas en países en donde se atiende más de tres trámites consulares, pero no en aquellas en donde no hay presencia ciudadana. La Cancillería analizó la situación de España, país que tiene una de las embajadas ecuatorianas más grandes.
Allá trabajan 68 personas en los consulados de ocho ciudades (Madrid, Barcelona, Murcia, Valencia, Málaga, Alicante, Palma de Mallorca y Pamplona). Sus 53 atenciones diarias justifican la presencia del personal.
Correa dijo el sábado, en el enlace ciudadano, que este proceso de reestructuración permitirá «una reducción y ahorro de recursos para el país».
Precisó que Bélgica es un país muy importante porque es sede de la Unión Europea, pero que por esta razón se mantendrá solo una embajada ante el organismo continental y no ante Bruselas, que cerró su oficina consular en Ecuador en 2006 y actualmente solo tiene una dependencia en Lima (Perú).
El Mandatario explicó la clasificación de los servicios consulares, que van desde generales hasta secciones. Con base a esta división, cuando se tiene una población estimada mayor a 40 mil personas atendidas, se considera que se requiere un Consulado General; de 10 mil a 40 mil personas se necesita Consulados simples y menos de 10 mil solamente es pertinente contar con agencias consulares.
El Jefe de Estado precisó que en las secciones consulares solo un ciudadano se encargará de la atención a los usuarios. «Esto nos va a ahorrar mucho dinero», sostuvo.
Patiño indicó que en el análisis previo se evidenció que hay consulados que no tienen razón para mantenerse. «Nuestros consulados dan servicio de Registro Civil que antes no lo daban, tenemos atenciones móviles, cambiamos de horario, las oficinas consulares mejoraron la atención a mucha más gente», acotó.
En julio, Correa realizó la primera evaluación con la Cancillería, en la que solicitó «eficacia y eficiencia», criticó el sistema y pidió una evaluación detallada de los procesos. La meta del gobernante es ser eficiente con base a los objetivos nacionales y al menor costo posible.
La Cancillería estima que con estos cambios el Estado ahorrará casi siete millones de dólares. Con estos rubros se plantearía diversificar la relación diplomática hasta diciembre, en donde se abrirán nuevas oficinas y se cerrarán otras.
Servicio consular digital
Correa dio al Ministerio de Relaciones Exteriores hasta diciembre el plazo para que se realice la digitalización de los trámites consulares. El Mandatario advirtió que pedirá la renuncia de los cónsules que no ingresen a este proceso.
En 2008 se habría previsto digitalizar 10 consulados para que los usuarios realicen sus trámites en línea, pero tres años después ninguno de ellos pudo concretar el objetivo.
Estos trámites digitales no solo irían al sistema de servicio exterior, sino a todo el sector público, para eliminar el «burocratismo y la mentalidad de que el costo debe caer ante el ciudadano».
El proceso digital ahorraría ocho horas al usuario del servicio y establecería que trámites como tarjeta consular, certificaciones, partida de nacimiento, inscripción de defunción y de matrimonio, protocolización de documentos, menaje de casa y legalización sean en línea.
Mientras que los únicos procedimientos personales en las oficinas consulares serían solamente los casos de autorización de salida de menores de edad del país, testamento abierto y cerrado, declaración juramentada, información sumaria, reconocimiento de firma.
Los usuarios solo deberán ir a firmar la visa de no inmigrante y de migrante, transferencia y cancelación de visa y poderes generales.