En entrevista concedida a la agencia AFP, el Presidente de la República, Rafael Correa, mostró su inconformidad por la labor de ciertas empresas de interés comercial de comunicación.
Analizó que lamentablemente este tipo de prensa miente lo contrario de la prensa anglosajona para la cual mentir es algo inaudito.
“Cuando uno combate esas mentiras se dice que estamos atacando la libertad de expresión”, aseguró.
El Jefe de Estado insistió en la necesidad de realizar cambios profundos en la OEA como por ejemplo en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, la que dijo se encuentra bajo la influencia de Estados Unidos.
Para el Mandatario la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se encuentra totalmente tomada por las ONG puesto que muchos de sus miembros vienen de estas organizaciones y retornan a ellas.
Una de las críticas fuertes sobre la CIDH se refiere a su actitud contra Estados que son catalogados como perseguidores de medios de comunicación cuando eso es falso, analizó el Jefe de Estado.
“Son poderosos imperios mediáticos persiguiendo a gobiernos soberanos que no se someten a sus intereses”, sostuvo.
Sobre una sustitución a este modelo dentro de la OEA, el Primer Mandatario aseveró que podría ser la CELAC y que dentro de Unasur también se está pensando crear un sistema interamericano de derechos humanos.
Y esto porque entre otras cosas, la CIDH trata de imponer asuntos que no se encuentran contemplados en la Convención de Derechos Humanos, como la despenalización de la injuria.
En este sentido dijo que los propios medios de comunicación “no entienden que los abusos a los derechos humanos pueden venir de cualquier poder: informativo, económico y no solo del poder Estatal”.
Con respecto a las decisiones que se adopten en la cumbre de la OEA, clarificó que es la asamblea la que hace mandatos que deben ser acogidos por las diferentes instancias y no al revés, esto en referencia a un Canciller que propuso negociar con la CIDH.