Ecuador y Argentina definieron el miércoles una «hoja de ruta» para afianzar su relación comercial, durante una reunión de cancilleres en Quito, en la que también se resaltó el alto nivel de coincidencia de los dos países en asuntos regionales y de la agenda internacional.
El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, y el argentino, Héctor Timerman, presidieron la VI Reunión de la Comisión Permanente para la Coordinación Política y Promoción de la Integración, que concluyó con la firma de un acta en la que se comprometieron a robustecer los lazos bilaterales.
Patiño, en una rueda de prensa conjunta al terminar la cita, indicó que se han avanzado conversaciones para superar ciertas barreras para-arancelarias que obstaculizan el comercio bilateral y dijo que el propósito es mejorar la balanza comercial.
Para ello, añadió, se debe «destrabar de ambos lados» el comercio, sobre todo porque cada uno tiene productos que necesita el otro.
Timerman, por su parte, señaló que Argentina ha desarrollado radares de última generación y dijo que Ecuador «está interesado» en ellos, por lo que de llegarse a un acuerdo, su país estaría dispuesto a llegar a una «transferencia tecnológica», que es «parte fundamental» del comercio «entre países hermanos».
Asimismo, Patiño dijo que los dos países llevarán una sola voz a la reunión sobre cambio climático en Sudáfrica en diciembre próximo y señaló que ha explicado a su colega argentino sobre la iniciativa ecuatoriana Yasuní-ITT, que busca dejar sin explotar un campo petrolero en una importante reserva de biodiversidad en la Amazonía.
El tema de Libia y de la crisis internacional también fueron abordadas por los dos cancilleres, que coincidieron en el planteamiento de una urgente democratización de Naciones Unidas, la renovación del Fondo Monetario Internacional y demás organismos multilaterales de crédito.
Asimismo, Patiño y Timerman dejaron en claro la vocación por la integración latinoamericana de ambos Gobiernos y pasaron revista a la Nueva Arquitectura Financiera discutida recientemente por los ministros de Economía de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para hacer frente a los efectos de la crisis internacional.
Al respecto, Patiño anunció que sólo falta la ratificación de Uruguay, Paraguay o Brasil para completar los dos tercios de la financiación requerida para echar a andar el Banco del Sur y dijo que espera que se concrete este mismo año.
Timerman destacó el proyecto de crear un fondo de reservas suramericano y dijo que su país mira de cerca el Sistema único de Compensación Regional (Sucre), que sostienen Ecuador, Venezuela, Bolivia, Cuba y Nicaragua, en el marco de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA).
Agregó que Argentina y Brasil también tienen un sistema parecido para efectuar el comercio con sus propias monedas, mientras que Patiño dijo que también se ha analizado acoger el sistema de compensación de la Alianza Latinoamericana de Integración (Aladi).
En asuntos puntuales, Timerman agradeció el permanente apoyo de Ecuador al reclamo de Argentina sobre la soberanía de las Islas Malvinas, en manos coloniales inglesas, mientras que Patiño resaltó el interés de Buenos Aires por contribuir con un programa para mejorar la capacidad científica de su país.
Ambos también coincidieron en el afán de sus Gobiernos por robustecer la integración regional y fortalecer bloques como Unasur, el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Comunidad Andina (CAN) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac).
Tras la cita con Patiño en la Cancillería ecuatoriana, Timerman acudió a la sede de la Unasur en Quito, para entrevistarse con la secretaria general de ese organismo, la colombiana María Emma Mejía, con quien conversó por unos quince minutos, antes de volver a su país.
Mejía, sobre ese encuentro, destacó la importancia del mismo porque refuerza la Unión y supone un afianzamiento del «mandato político» del organismo.
Este es un «proceso muy dinámico» que ha despertado interés internacional, subrayó Mejía.