Una intensa agenda de reuniones y negociaciones mantienen el canciller, Ricardo Patiño, la ministra de Patrimonio, María Fernanda Espinosa y la delegación ecuatoriana, en la última fase de la 17º Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
Junto con sus homólogos de los países miembros del ALBA, el canciller Ricardo Patiño busca fortalecer y coordinar una posición con miras a un segundo período del compromiso de Kyoto.
Los ministros del ALBA han mantenido reuniones con los grupos más importantes del mundo en desarrollo, como el LCD (LeastDevelopedCountries) y el Grupo de áfrica. La comitiva internacional mantuvo reuniones con la Unión Europea (UE) y con organizaciones civiles como el Caucus Indígena.
Su objetivo es plantear los intereses de cada uno de los sectores y unificar fuerzas que permitan lograr acuerdos favorables para la reducción de emisión de gases contaminantes.
Ha sido prioritario en estas reuniones para el Ecuador y el ALBA la discusión sobre la creación del Fondo Verde Climático, que será responsable de administrar alrededor de 100 mil millones anuales y que se espera cuente con una infraestructura participativa e incluyente que permita canalizar los recursos hacia los países más vulnerables, así como la implementación de medidas de adaptación o mitigación al cambio climático.
En este campo, los integrantes del ALBA han considerado pertinente discutir las fuentes alternativas de financiamiento, de manera particular Ecuador que ha liderado la propuesta con el Impuesto Daly Correa, que consiste en una tasa fiscal especial a la venta de petróleo a los países desarrollados.
Otra de las propuestas de financiamiento presentadas por Ecuador es que los países desarrollados canalicen la emisión de los Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional para el Fondo Verde Climático, en una acción similar a la que hicieron para salvar al sistema financiero internacional cuando estuvieron en crisis, en 2009.