Autoridades de Gobierno y dirigentes empresariales tienen claro que, previamente a la firma de cualquier entendimiento entre Ecuador y la Unión Europea (UE), se deberá suscribir primero un protocolo de adhesión al convenio que ya tienen adelantado Colombia y Perú.
El Acuerdo de Asociación que en el pasado buscaban firmar estos países junto a Ecuador y Bolivia con los europeos, se transformó en un acuerdo multipartes a raíz del abandono de los diálogos de ecuatorianos y bolivianos.
Sin embargo, con esa modalidad quedó abierta la puerta en caso de que alguna de estas naciones decida regresar a las conversaciones.
Ahora que el Gobierno Nacional ha retomado su acercamiento con Europa deberá encontrar las coincidencias, antes de que peruanos, colombianos y el mismo Parlamento Europeo ratifiquen lo que ya acordaron, pues solo así, como país adherente, podrá incluir las particularidades que quiere sobre la base de lo establecido en la Constitución.
El próximo mes, los congresos de Lima y Bogotá, así como el Parlamento de la UE, empezarán los debates para ratificar lo que convinieron en política comercial.
El ministro coordinador de la Producción, Santiago León, enfatizó que se notaron las coincidencias con Europa en temas como desarrollo equitativo, por cuanto ellos ya aplicaron y tienen experiencia.
“Por eso nos entienden bastante bien cuando hablamos de la política de desarrollo económico del Ecuador, que es una política que busca centrar el desarrollo”, afirmó.
Agregó que no se trata de libre comercio puro y simple, sino que se enmarca dentro de la concepción comercial del bloque europeo, que promete mejorar el entorno empresarial, promover la integración regional y contribuir al aprovechamiento de las oportunidades que ofrecen los mercados mundiales, como motor del crecimiento integrador y el desarrollo sostenible.
“Es importante aclarar que el Gobierno ecuatoriano no está negociando un TLC cualquiera, no es un tratado de libre comercio puro y abierto, esa ha sido una posición clara del Gobierno y así lo hemos manifestado a los representantes de la Unión Europea”, precisó.
Insistió que el régimen plantea un acuerdo comercial que sirva para el desarrollo del país, que reconozca las asimetrías, las diferencias, las especificidades de la economía ecuatoriana.
José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura y vocero de al menos el 95% de las exportadoras que llegan a Europa, se siente optimista respecto a que las conversaciones lleguen a feliz término. El dirigente sabe que el pacto a firmar forma parte de un mismo paquete en el que se encuentran ya peruanos y colombianos.
“Esto se da porque la propuesta ecuatoriana corresponde a una política denominada Acuerdo Comercial para el Desarrollo”, explicó.
Añadió que no se puede denominar Acuerdo de Asociación por cuanto en estos momentos los acercamientos no son en bloque, sino que Ecuador negocia individualmente.
“Ello trae cosas importantes para el país y hasta beneficios superiores al Sistema de Preferencias Arancelarias SGP Plus, por cuanto amplía y mejora las bondades para los exportadores”, remarcó.
El analista económico y rector del Ecotec, Fidel Márquez, manifestó que el país no podría firmar una alianza con la UE en similares condiciones a las de Bogotá y Lima.
“Al tener una economía dolarizada, en caso de que a nuestros vecinos se les presente un problema en sus finanzas, ellos de inmediato devaluarían, lo cual afectaría a la competitividad de los ecuatorianos”, explicó.
Mientras tanto, el ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, prometió ayer al Gobierno ecuatoriano el apoyo de España para que pueda firmar un acuerdo con la UE y seguir recibiendo fondos de cooperación europeos. El funcionario se reunió en Madrid con el canciller Ricardo Patiño.