La ministrade Patrimonio Cultural y Natural, María Fernanda Espinosa, consideró hoy que para «todo el mundo es un día de luto, de reflexión» por la muerte del escritor portugués José Saramago, al que calificó como «un gran auscultador de la realidad de los pueblos subalternos».
Saramago, Nobel de Literatura en 1998, falleció hoy en su casa en la isla española de Lanzarote a los 87 años y será incinerado el próximo domingo en Lisboa.
Espinosa, que además de ministra también es poetisa, consideró que Saramago ha sido «una de las grandes luces de la literatura contemporánea» y que «los aportes que él ha hecho son incalculables».
Destacó que su contribución al mundo de la cultura no vino solamente del Saramago escritor sino también de «él como pensador, como militante progresista y de izquierda, como un gran veedor (…) de la realidad de los pueblos de América Latina».
«Nos hemos sentido realmente entristecidos, pero es una pérdida física, que duele, pero que lo que queda es todo el legado que dejó a las letras, a la literatura, al pensamiento progresista y al mundo de las ideas», agregó la ministra.
Además, señaló que la pérdida del escritor obliga a la sociedad «a redoblar su esfuerzo de memoria y de mantenimiento de la palabra viva de Saramago en el cotidiano».
Numerosas personalidades del ámbito político, cultural e intelectual de Europa y Latinoamérica se lamentaron hoy por la muerte del escritor portugués, que ha sido calificado como un «titán de la novela», un «grandísimo» y «eterno» autor y el puente cultural entre la literatura lusa e hispánica.