La satisfacción por la democracia, el nivel de felicidad, la recuperación del sentido de la política, han mejorado en el país en los cuatros años de gestión periodo del Gobierno de Rafael Correa, según explicó René Ramírez, titular de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades).
Es así, que el interés de la política ha crecido en los ecuatorianos en los últimos cuatro años, pasando del 22% en 2006 al 30,9% en 2010, “en el país antes no se creía en la política como espacio para conseguir los logros del país”. Mientras que la satisfacción de los ciudadanos con la democracia incrementó del 21,9% al 33% en el mismo periodo.
La ministra Coordinadora de la Política Doris Soliz señaló que en el área política existe una transformación Ejecutiva en el Estado y que las cosas están mejor que en el pasado.
Otro indicador es la corrupción en el país. A los ecuatorianos se les preguntó ¿Usted ha sido víctima de la corrupción?, y se demostró que esta se redujo del 32% al 21% “esto es realmente una caída bastante importante”, dijo Ramírez.
La percepción sobre la reducción de la corrupción en las instituciones del Estado, los cifras muestran que en el 2006 fue de 7,8% y en 2010 esta fue de 49%. Mientras que las personas que declaraban ser víctima de corrupción hace cuatro años alcanzaban un promedio del 31,9% frente al 21,1% de 2010.
En tanto, en el área educativa, por ejemplo, se registró un incremento en la tasa de matrícula para el bachillerato del 31,3% al 40,7% en el sector más pobre, entre el 2006 y el 2009. Así mismo la matriculación para la Educación Superior pasó del 7,1% al 12,4% en el mismo periodo.
En cuanto a la atención de salud, las consultas por cada 100 habitantes pasó de 95 personas en el 2006 a 243 en el 2010. “Es un incremento muy importante y significativo en el ámbito del incremento social”, especificó el secretario.
Por el lado económico también mejoró el reparto de la riqueza. Es así, que entre 1990 y el 2006 el único ganador del desarrollo fue el 10% más rico del país, pero en estos últimos cuatro años el beneficio se ha distribuido en el 90% de la población.
“En los últimos cuatro años ha existido un fortalecimiento de la clase media. A principios del período, tenía una participación del 46% y ahora llega al 50%.
Ramírez explicó que el incremento del PIB per cápita o el ingreso no siempre es un indicador para medir el bienestar. De esta forma señaló que en este periodo de gobierno existe satisfacción de las personas con la vida, pasando del 15% al 40% en el sector más pobre y del 42% al 64% en el estrato más rico; mientras que en la composición del nivel por felicidad, las personas más insatisfechas son las marginales.
Esto viene acompañado o relacionado con la satisfacción material con la vida y eso nos damos cuenta por la caída de la pobreza en necesidades básicas insatisfechas”, aclaró Ramírez.