Los ecuatorianos residentes en Madrid celebraron hoy, con una ofrenda floral ante la estatua del libertador Simón Bolívar en la ciudad española, 201 de la fecha histórica
El acto estuvo presidido por el embajador de Ecuador en España, Galo Chiriboga Zambrano, y contó con la presencia de los agregados de Defensa y Policía del país ecuatoriano en territorio español, junto con autoridades del Ayuntamiento de Madrid.
Los himnos de Ecuador y España sonaron durante el homenaje, que tuvo lugar en el Parque del Oeste, sitio donde se encuentra la estatua de Bolívar.
«En 1809 alcanzamos la primera independencia pero ahora debemos alcanzar otras independencias: la tecnológica, la científica, la energética, la alimentaria, la del conocimiento que todavía no hemos alcanzado los niveles para justificar el bienestar social al que todos los pueblos tienen derecho», indicó Chiriboga en su discurso.
El embajador de Ecuador recordó los hechos que marcaron al país para su libertad al asegurar que «Quito es luz de América pues marcó la ruta de la Independencia de América Latina».
Igualmente, resaltó que Ecuador continúa en la búsqueda de la libertad y la justicia que desde 1809 defiende.
«Hoy debemos abrir nuevas oportunidades para eliminar los privilegios y la exclusión social, para alcanzar la soberanía en un mundo interdependiente ampliando los contenidos de la praxis democrática», dijo.
Según Chiriboga es necesario que no sólo Ecuador sino los países latinoamericanos logren alcanzar «la justicia social, el estado de bienestar y la vigencia de los derechos humanos» como expresiones del buen vivir.
«Debemos trabajar -señaló- por los nuevos paradigmas del siglo XXI que demandan mayor democracia, mayor inclusión, mayor equidad de género, mayor protección de la naturaleza», además de la importancia en mantener unas relaciones internacionales basadas en el respeto mutuo.
Así, en estos 201 de independencia el Embajador indicó la necesidad de seguir estrechando lazos de cooperación para el desarrollo, basada en principios de solidaridad y corresponsabilidad de la comunidad internacional y «no sobre supuestos criterios asistencialistas».