El Primer ministro egipcio, Hazem Beblawi, anunció este miércoles que el gobierno «no revisará su decisión» de dispersar a los partidarios del presidente islamista derrocado Mohamed Morsi, que ocupan dos plazas en El Cairo, según la televisión estatal.
Este anuncio se emite horas después de que el gobierno interino reconoció el fracaso de las tentativas de mediación europea y estadounidense.
«Hoy terminaron los esfuerzos diplomáticos para dar la oportunidad adecuada a los Hermanos Musulmanes de renunciar a la violencia», señala el comunicado oficial, que destaca que la mediación no tuvo éxito, «pese al apoyo total del Gobierno».
La Presidencia recordó que ha permitido a los enviados de EE.UU., la Unión Europea (UE), Emiratos y Catar visitar el lugar de las protestas y hablar con sus responsables para conocer la situación.
Culpó a los Hermanos Musulmanes, grupo al que perteneció Morsi hasta que accedió a la jefatura de Estado, del fracaso de los esfuerzos diplomáticos para resolver la crisis de forma pacifica y les solicitó que respeten «la voluntad popular», expresada en las protestas del 30 de junio y del 26 de julio.
Las autoridades han advertido en varias ocasiones de que iban a desmantelar por la fuerza las acampadas en las plazas cairotas de Rabea al Adauiya y de Al Nahda, donde permanecen los islamistas desde que Morsi fue depuesto por el Ejército el pasado 3 de julio.