Las Fuerzas Armadas de Egipto dieron hoy un ultimátum de 48 horas a las fuerzas políticas para que asuman su responsabilidad y logren un acuerdo, tras las masivas protestas que piden la renuncia del presidente, Mohamed Mursi.
En un comunicado difundido por la televisión estatal, el Ejército señaló que anunciará una hoja de ruta para el futuro y supervisará su aplicación «si no se realizan las reivindicaciones del pueblo en ese plazo».
En ese sentido, reiteró su llamamiento del pasado día 23, cuando el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y ministro de Defensa egipcio, Abdel Fatah el Sisi, instó a todas las fuerzas políticas a que llegaran a un consenso para salir de la crisis.
Sin embargo, lamentó que en una semana no haya habido «ninguna iniciativa o acto», lo que -a su juicio- ha motivado la salida a las calles de los ciudadanos «con determinación, insistencia y libertad, de manera admirable».
«Las Fuerzas Armadas dan 48 horas como la última oportunidad para que las fuerzas políticas asuman su responsabilidad en este momento histórico que atraviesa la patria, que no va a perdonar a ninguna fuerza que deje de asumir su responsabilidad», señala el comunicado.
En el caso de que eso no ocurra, el Ejército consideró que se va a ver en la «obligación nacional e histórica de respetar las reivindicaciones del pueblo y anunciar una hoja de ruta y encargarse de aplicarla con la participación de todas las corrientes leales, incluidos los jóvenes (que impulsaron la revolución), y sin la exclusión de ninguna parte».
Además, advirtió de que «la pérdida de más tiempo solo conseguirá más división y conflicto».
Las Fuerzas Armadas justificaron su postura en la necesidad de proteger la patria, ya que «la seguridad nacional del Estado está muy amenazada ante los acontecimientos que vive el país».
También destacaron que las protestas que comenzaron ayer contra Mursi fueron «manifestaciones del pueblo que expresó su opinión y su voluntad de una forma pacífica y civilizada sin precedentes».
«Es obligatorio que el pueblo egipcio reciba una respuesta a su llamamiento y que cada parte asuma su responsabilidad en estas circunstancias peligrosas que rodean a la patria», agrega la nota.
No obstante, el Ejército puntualiza que «no va a ser parte del juego político ni del gobierno, y no aceptará salir de su papel estipulado en el sistema democrático auténtico, que deriva de la voluntad del pueblo».
El pasado 23 de junio, las Fuerzas Armadas de Egipto ya advirtieron de que «no se quedarían calladas» si el país se deslizaba hacia un conflicto «difícil de controlar».
Las masivas manifestaciones de ayer domingo en todo Egipto fueron las más multitudinarias que vive el país desde la revolución que derrocó el régimen de Hosni Mubarak, en febrero de 2011.