En lo que va del año ha sido detenida mercancía por un monto de 20 millones de dólares en los operativos ejecutados en centros comerciales, locales, puestos de frontera e inclusive en alta mar.
Xavier Cárdenas Moncayo, director General del Servicio Nacional de Aduanas del Ecuador (Senae), sostiene que los controles se refuerzan a nivel nacional y que las principales razones para conseguir resultados son la investigación previa y el sistema de denuncias 1800 DELITO.
En el plan de acción que manejan ya han ejecutado operativos en centros comerciales y en locales en los que hay la presunción de que estén almacenadas mercaderías ingresadas de manera ilegal al país. “Lo que nosotros hacemos, a través de un proceso que se llama de control posterior, es acudir al local, a sus bodegas y pedir los soportes con los cuales ha ingresado legalmente la mercadería y, lógicamente, de no tenerlos se procede a la aprehensión de esas mercancías”, precisa.
El trabajo de control es hacia todas las mercaderías; pero se hace un trabajo muy especial en lo que se refiere a los textiles y calzados, que son los más susceptibles de contrabando.
Para esta labor están operando 600 personas, tanto en las zonas primarias ubicadas dentro de aeropuertos o puertos, donde hay una declaración formal; y en las zonas secundarias, que son los puestos de frontera donde el control es de patrullaje en caminos no autorizados, inclusive se cuenta con lanchas.
En los últimos meses se han capturado dos embarcaciones de tipo pesquero que tenían alrededor de 1 millón de dólares en mercancías cada una.
La sanción impuesta por contrabando es: si se detecta por debajo de 10 salarios básicos ($2.900) una multa de 10 veces el valor de lo decomisado; Y si supera ese valor se pasa a una denuncia fiscal por defraudación. La sanción es igual 10 veces el valor de la mercancía y hasta 5 años de prisión.
Gladis León de Manosalvas, comerciante de la Bahía, aplaude la labor de la Senae. “Nosotros somos intermediarios y compramos pagando el IVA a importadores; pero hay personas con puestos que venden una camisa en $5, cuando compramos la misma prenda en $11”.
Verónica Gavilanes, propietaria de una boutique de la Bahía (zona del Divino Niño), dijo que es hora de poner freno a esta forma ilegal de comercio. “Aquí todos tenemos las facturas de lo que vendemos y por uno, nos miran mal a todos”.