El artículo 108 del proyecto de ley de Comunicación, que debe someterse a votación en la Asamblea Nacional, establece “para los casos de estaciones de radiodifusión que emitan programas musicales, la música producida, compuesta o ejecutada en Ecuador, deberá representar al menos el 50% de los contenidos musicales (sic) emitidos en todos sus horarios, con el pago de derechos de autor conforme se establece en la ley. Están exentas de esta obligación las estaciones de carácter temático o especializado”.
Aunque el articulado del proyecto de ley de Comunicación es claro, la opinión de músicos, productores y empresarios de la música, no es muy alentadora en cuanto a la posibilidad de competir de igual a igual con la gran maquinaria extranjera.
Para el trovador ecuatoriano Telfor Pozo, la Ley de Comunicación es necesaria y destaca que, pese a las facilidades para grabar un disco actualmente, la industria los deja de lado. “Ahora es más simple y mucho más fácil grabar un disco gracias a este boom tecnológico. Sin embargo, no tenemos una cantidad de buenos artistas que estén mostrando su trabajo; tenemos buenos artistas que no muestran su trabajo. En cambio, lo que se muestra es muy pobre”, dice.
Entre las soluciones que él propone está la apuesta del Gobierno por mandar a estudiar afuera a futuros productores. “En la trova nadie tiene un productor, un mánager o una empresa discográfica que respalde su trabajo. Por ahí sería apostarle a esto de hacer una industria para mostrar la canción de autor”, plantea.
Daniel Naranjo hace dueto con su hermano Alejandro en la banda de reggae Spiritual Lyric Sounds, con miles de seguidores en la escena subterránea del Ecuador.
La banda es una típica experiencia emergente en el país que significa reunir músicos, consolidar un repertorio, componer, tocar en tarimas cada vez mejores y con más gente frente a ellas, comenzar a recibir algo de dinero por este oficio, grabar, promocionarse, hacer videos, producir materiales, camisetas, adhesivos, etc.
Su popularidad es más un asunto que va de boca en boca. El cantante narra que su producción –varios singles y un disco- suena en varias radios, entre las que destaca la Radio Pública del Ecuador, Metro Station, La Bruja, y sus videos son muy seguidos en Youtube –alguno de ellos, creado por un seguidor espontáneo, cuenta ya con más de 10.000 visitas, un índice que lo ubica junto a bandas como Suburbia, Sudakaya, Can Can, Guardaraya.
“Hemos visto en viajes, por ejemplo Brasil, que ahí existe mucho apoyo a la música nacional: el 90% de la música en un bus, o en un restaurante es brasilera y solo un 10% es extranjera”, comenta.
“No solo que el Estado no ha podido garantizar el acceso a una cultura gratuita (en vivo), sino que tampoco garantiza su correcta difusión”, añade Luis Garcìa, tecladista de la banda de heavy metal Aztra.
El rockero sí halla valores en el proyecto de Ley, pues en ese sentido las radiodifusoras “aportarán a que el producto nacional sea difundido en igualdad de condiciones”
La asambleísta María Augusta Calle, una de las promotoras de esta Ley, observa que está destinada a temas fundamentales como el enriquecimiento de la producción nacional y la democratización del acceso a los medios de comunicación.
“La Ley de Comunicación tiene algunos objetivos concretos: fortalecer la identidad nacional con la presencia efectiva en la programación, el impulso y reconocimiento al talento nacional, el despegue de la industria audiovisual y gráfica, la desconcentración y acaparamiento de la producción nacional en pocas manos”, argumenta.
En la otra orilla, la opinión del gerente de la radio transnacional EXA, álvaro Rosero, es que la ley impedirá la libre competencia de las radio frecuencias por audiencia en el contexto de entender lo que quiere esa audiencia.
“Las estaciones de radio privadas nos disputamos audiencia. ¿Cómo logramos eso con una oferta inmensa? Lo conseguimos en la medida que satisfacemos la demanda”, dice a tiempo que recomienda estudiar cuánto afectará la calidad que ofrecen las emisoras.
El director del Consejo Nacional de Cine del Ecuador, Jorge Luis Serrano, detracta a Rosero. Para él, se tiene que debatir la calidad de la producción nacional, para que esta respete a la audiencia.
“El proyecto brinda una oportunidad histórica, actualmente somos consumidores de enlatados, en el proyecto se reconoce por primera vez un espacio para la producción nacional, aunque todavía el porcentaje es simbólico. Existe suficiente capacidad para hacer producción nacional”, expresa.
“No estamos aquí para defender la producción nacional, sino una producción nacional que respete al televidente y ofrezca productos de primera”, añade y recuerda que el proyecto reconoce la posibilidad de que televisivamente el 40% de producción sea nacional, el 10% producción local independiente y el 50% restante puede ser internacional.
Troy Alvarado, compositor y músico ecuatoriano, demanda la oportunidad para los artistas ecuatorianos en el propio país; por ello la necesidad de que exista la ley del 1×1.
“Como en el fútbol, sí se puede vivir dignamente de la música, sí se puede tener una mejor seguridad jurídica (…) en el Ecuador la música es la última rueda del coche, no es como en Colombia con el apoyo a la cumbia o al vallenato. o como en México que defiende lo suyo”, indica el presidente de la Sociedad de Autores y Compositores Ecuatorianos.
La Asamblea legistativa agotó las dos instancias de debate del proyecto de Ley de Comunicación y, actualmente debe votarse el cuerpo legal. Tras una moción aprobada debe registrarse el voto artículo por artículo en cada una de las 127 entradas de este cuerpo, lo que condiciona la aprobación o el rechazo de estos capítulos.