Integrantes de la Función Judicial, secretarios de gobierno, abogados y decenas de invitados se agolparon en el interior de la Casa de la Música, en Quito. Hubo hasta alfombra roja en el piso.
Luces y grandes pantallas se encendieron para dar inicio a la rendición de cuentas del primer año de gestión del Consejo de la Judicatura de Transición (CJT). Eran las 11:30 y la banda de Instrumentos Andinos dio inicio al evento. La bienvenida se dio en español, quichua y lenguaje de señas. En la mesa central se alistaban los tres principales de la Judicatura: Paulo Rodríguez, Fernando Yávar y Tania Arias.
El presidente del CJT, Paulo Rodríguez, fue el primero en tomar la palabra. Dijo que aproximadamente 196 millones de dólares se han invertido, en un año, en infraestructura civil, tecnológica, talento humano, modelo de gestión, comunicación… También dijo que se crearán más de 15 mil fuentes de empleo por la construcción de 843.128 metros cuadrados de infraestructura.
Al vocal Fernando Yávar le tocó hablar del recurso humano. Anunció que están trabajando en una nueva evaluación para los funcionarios del sistema de justicia. Esta sería aplicada entre noviembre y diciembre. Para este mes está previsto el funcionamiento de las Unidades de Delito Fragante que, según Yávar, ayudarán a que las causas tarden de 24 a 30 días en resolverse.
Según dijo, en total hasta ahora se han resuelto 250.000 causas pendientes.
Arias, en cambio, dijo que en los próximos seis meses, se implementarán 87 unidades judiciales especializadas en familia, mujer, niñez y adolescencia. 40 de ellas ya están operativas. Estarán integradas por 265 jueces. Después de más de dos horas de intervención, el acto culminó con la entrega formal de un libro que resume el primer año de gestión.