Luis Cachiguango, con mujer y un hijo que mantener, hace 25 años se dio cuenta de que no podía seguir pagando el 10% de interés mensual a los chulqueros por los préstamos que demandaba. Ese día decidió reunir a sus amigos para formar una caja comunal. La idea al inicio tuvo sus dudas, pero actualmente es la base de una sólida economía doméstica.
Vivía en la comunidad Chuchuqui, a dos kilómetros de Otavalo, donde su trabajo se desenvolvía entre la tierra, el ganado, el comercio y las artesanías, ahí se necesita capital para trabajar.
Cuenta que en ese tiempo él no tenía créditos del Banco Nacional de Fomento o de las mutualistas (..), “el ser indígena era, más bien, ser relegado”.
“Sufría sin capital para invertir. Trabajaba las cuatro semanas del mes, pero tres de ellas eran para pagar a los chulqueros, solo así me alcanzaba, muy poco nos quedaba. Acudíamos a los chulqueros y cobraban el 10% mensual de interés. Entonces, hablamos entre nosotros para formar un fondo común y prestarnos, con la filosofía cooperativista, en comunidad”, recuerda Cachiguango.
Entonces, 14 comuneros se asociaron, 13 hombres y una mujer, para contribuir en el fondo común a 4 mil sucres cada uno, y formaron la cooperativa Chuchuqui.
Los créditos fluyeron. Al inicio prestaban 3 mil sucres al 2% de interés mensual, “es mucha la diferencia con el 10%. Fue la mejor decisión que tomamos”, se alegra al recordarlo.
Las personas no querían arriesgarse, porque decían que si los grandes banqueros quebraban, más aún una cooperativa chica. Pocos accedían a los créditos, unos 200 en total.
Pero su historia no termina ahí. Ahora, 25 años después, tienen un edificio grande en el centro de Otavalo, con activos valorados en 10 millones de dólares y 10.000 socios.
Luis Cachiguano, quien por 25 años ha gerenciado la cooperativa, dice que el automanejo responsable del dinero es por el concepto de solidaridad y trabajo en y para el desarrollo de la comunidad. Eso se logra educando a la población en el manejo de finanzas y el análisis de la inversión de los que piden préstamos. Así mismo, el seguimiento de la actividad económica, sea en la tierra, el comercio o en la rama artesanal. La cooperativa tiene una morosidad del 6% y entregan préstamos hasta por 25 mil dólares.
El éxito de la cooperativa continúa, dice Cachiguano, pese a que en los últimos 6 meses han ingresado unos 30 competidores en Otavalo, “ellos piden que la gente sea cuenta ahorrista con un dólar, nosotros nos mantenemos con la base de 30 dólares. Con un dólar es un engaño”.