Latigazos, prisión, cadena perpetua e incluso pena de muerta, son algunas de las penas previstas en más de 70 países por mantener una relación homosexual.
La creciente lista de naciones que penalizan a sus ciudadanos homosexuales cobró este miércoles un nuevo miembro, con la decisión anunciada en India de restablecer la ilegalidad de estas relaciones, cuatro años después de que fueran despenalizadas.
«Este dictamen es un golpe a los derechos de igualdad, privacidad y dignidad», señaló en un comunicado Amnistía Internacional. La posición de India dista de ser una excepción. En todo el sur de Asia, Nepal es ahora la única nación donde las relaciones entre gays son legales.
Y a nivel global, al menos 78 países tienen leyes que criminalizan las relaciones consensuales del mismo sexo entre adultos, según el informe más reciente de ILGA, la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales y Personas Intersex (LGBTI).
Los castigos van desde latigazos en Irán, prisión en Argelia y cadena perpetua en Bangladesh hasta la pena capital en Irán, Mauritania, Arabia Saudita, Sudán y Yemen.
Pero aún en países que no penalizan las relaciones homosexuales los asesinatos y ataques contra gays son frecuentes, tal como ilustran las crecientes denuncias en Honduras.
Las normas contra el homosexualismo en India fueron impuestas durante la época colonial. La mayor democracia del mundo dio un «gigantesco paso atrás» en sus libertades, según denunciaron ONGs y personalidades locales.
«Esto es un paso atrás hacia el barbarismo y la Edad Media», aseguró en su cuenta en Twitter un conocido historiador, Ramachandra Guha.
«Ha sido una lucha constante mantener la cabeza en alto, caminar con orgullo. He debido repetirme hasta el cansancio, 'Soy un buen hombre, amo a mi familia, creo en Dios, tengo un trabajo, pago mis impuestos, Y a nadie debe importarle con quien me acuesto»Sunil Mehra, activista en India.
En su decisión de este miércoles, el Tribunal Supremo indio anuló una sentencia de un tribunal en Delhi que había legalizado la homosexualidad en 2009, tras una campaña de más de una década por organizaciones civiles locales como la Fundación Naz.
La decisión de hace cuatro años declaró entonces que el artículo 377 del Código Penal violaba la Constitución. El polémico artículo es una ley británica de 148 años de antigüedad, que data de la época victoriana y considera ilegal «las relaciones carnales contra el orden de la naturaleza» y las castiga con hasta 10 años de prisión.