Los niveles de desempleo en Latinoamérica continúan bajando gracias al dinamismo de sus mercados laborales, que harían palidecer a la mayoría de países europeos, una tendencia que se mantendrá hasta finales de 2012, cuando se prevé que la tasa regional será de un 6,5%, dos décimas menos que el año pasado.
Esta es la proyección en la que coinciden la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Comisión Económica de Naciones Unidas para América Latina (Cepal), en un análisis conjunto difundido ayer en Ginebra, que destaca a Ecuador como uno de los países donde el índice de desempleo cayó 1,6%, en 2011 y cerró con una tasa del 5,1%.
La tasa de desempleo en la región fue del 6,7% en 2011, una bajada significativa con respecto al 7,3% de un año antes, según los datos revelados, lo que se explica fundamentalmente por un aumento del 0,5% de la ocupación urbana.
«Latinoamérica está atravesando un momento de oportunidades que tiene que aprovechar y los gobiernos están dando muestras de seriedad y de haber aprendido de las crisis del pasado», dijo la directora de la OIT para América Latina, Elizabeth Tinoco, al comentar las conclusiones del análisis.
Por países, las disminuciones más fuertes del desempleo se registraron el año pasado en Panamá, donde cayó el 2,3%, Ecuador 1,6%, Chile 1,1% y Colombia 0,9%.
En general, las tasas menores de desempleo están en Sudamérica, lo que en parte se debe a «su mayor inserción en los mercados internacionales y la naturaleza de sus exportaciones», explicó Tinoco.
Por otra parte, la ocupación en Latinoamérica pasó del 55,6% en 2010 al 56,1% en 2011, lo que resultó suficiente para compensar la presión de la oferta laboral.
Así, el desempleo «está en niveles inéditos» en las últimas dos décadas, mientras que la ocupación está «en su máximo histórico», con mejorías significativas en Chile (1,8%), Colombia (1,5%), Costa Rica (1,4%), Uruguay (1%), República Dominicana (0,9%) y Argentina (0,8%).
Pero la buena noticia para la región no se limita a su capacidad de crear empleos, sino que la calidad de éstos ha mejorado, con un incremento en la proporción de empleos formales que gozan de protección social, aunque al menos la mitad de empleos siguen siendo informales.
El informe también señala que a pesar de que son tiempos de relativa bonanza económica, la redistribución sigue siendo desfavorable a los trabajadores, «lo que resulta preocupante en una región que se caracteriza por tener la distribución de ingresos más desigual del mundo».
Tinoco enfatizó que «no hay fórmulas mágicas» y que la solución pasa por «la modernización y transformación del sistema educativo, la formación laboral en base a la demanda del mercado, en avanzar en los programas de protección social y en fortalecer la negociación colectiva y la libertad sindical».
Otra cuestión que preocupa a la Cepal y a la OIT es el mantenimiento o incluso la profundización de las brechas de desempleo entre hombres y mujeres, así como entre jóvenes y adultos.