La cifra de desempleados en España superó por primera vez los seis millones de personas y alcanzó al 27,16 % de la población activa, en medio de la crisis económica que padece el país desde 2008.
La cifra de desempleados se situó en 6.202.700, después de sumar 237.400 personas en los tres primeros meses de 2013, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
El grupo más afectado es el de los jóvenes menores de 25 años, entre los que el desempleo se situó en el 57,22 % en el primer trimestre del año, con 960.400 jóvenes sin trabajo.
Les sigue el colectivo de extranjeros, entre los que el desempleo afectó al 39,21 %, con 1.302.300 personas sin ocupación.
La pérdida de empleo entre los emigrantes está provocando el regreso de muchos de ellos a sus países de origen y algunos, como los ecuatorianos, cuentan con planes de retorno organizados por el Gobierno de su país.
El número de personas que perdió su empleo hace más de un año se elevó a 2.901.100 en dicho periodo, 111.200 más que en el cuarto trimestre de 2012.
La crudeza de los datos de desempleo se refleja también en el número de hogares en el que todos sus miembros están sin trabajo, que alcanzó la cifra de 1.906.100, un 3,93 % más que en el cuarto trimestre del año pasado.
La EPA refleja que la ocupación disminuyó en 322.300 personas entre enero y marzo, hasta situar el número de ocupados en 16.634.700 y la tasa de actividad en el 59,68 %.
En un año, la cifra de desempleados aumentó en 563.200 personas mientras que la ocupación cayó en 798.500, según la encuesta.
La disminución de la población que trabaja tiene como consecuencia el menor número de cotizantes a la Seguridad Social, que en España cubre los subsidios por desempleo, las pensiones y otras prestaciones sociales.
Entre los hombres, el desempleo aumentó en 130.400 en el trimestre hasta los 3.304.700, mientras que entre las mujeres subió en 107.000 en los tres meses y sumó 2.898.000.
Por sectores, servicios registró el mayor número de desempleados, con 1.823.900, y fue en el que más subió el desempleo, seguido de la construcción, la industria y la agricultura.
El sector público perdió más empleo que el privado. En un año se destruyeron 258.300 empleos, un 8,32 %, frente al 3,77 % de la empresa privada.
El desempleo es la cara más dramática de la crisis económica que vive España desde 2008, con la economía en recesión y fuertes medidas de ajuste adoptadas por el Gobierno para reducir el déficit público.
El Ejecutivo de Mariano Rajoy aprobó el pasado año una reforma laboral para intentar fomentar la creación de empleo, aunque hasta el momento no ha dado resultados.
Este viernes el Gobierno tiene previsto dar el visto bueno a las nuevas previsiones económicas, después de que esta semana el Banco de España publicara que la economía del país retrocedió el 0,5 % en el primer trimestre, frente al 0,8 % que cayó el último trimestre de 2012.
Además, aprobará el Plan Nacional de reformas y el Programa de Estabilidad que España enviará a Bruselas.
El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, dijo hoy que son «inaceptables» los datos de desempleo conocidos en España y pidió políticas activas de empleo.
En España, el Gobierno reconoció que los datos se explican por la «profundidad y la duración de la recesión», pero destacó que se está destruyendo empleo a menor ritmo y valoró «este cambio de tendencia» porque indica que se «invierte la senda».
El PSOE, principal partido de la oposición, calificó de «pésima noticia» los datos de la EPA, y subrayó que «hay seis millones de razones» para exigir la retirada de la «nefasta» reforma laboral del Gobierno.
El sindicato Comisiones Obreras pidió un «gran pacto nacional por el empleo» para afrontar la «emergencia nacional del paro» y la Unión General de Trabajadores (UGT) valoró como «pésimos» los datos y pidió al Gobierno un gran pacto «por el empleo y la recuperación».
