El ministro del Interior de Irán, Mostafa Mohamad Nayar, afirmó ayer que el embargo petrolero decretado por la Unión Europea (UE) contra su país castiga más a las economías occidentales que a la iraní.
“Con esas iniciativas (el embargo) lo que hacen es crear dificultades adicionales para la economía de Occidente”, expresó el funcionario iraní, citado por la agencia rusa Interfax, tras reunirse en el jefe del Servicio Federal de Control de Narcóticos de Rusia, Víctor Ivánov.
En un comunicado difundido ayer, el Ministerio de Relaciones Exteriores respaldó estas declaraciones y advirtió a las potencias occidentales que cualquier confrontación con países soberanos y la inclinación a frenar su progreso “complicaría la actual situación global”. Irán denunció a la Unión Europea por sus decisiones “imprudentes e injustificables” contra este país, y vaticinó que el veto a sus exportaciones de petróleo tendrá consecuencias adversas para los propios países europeos.
Además, responsabilizó a la UE por decisiones tomadas a la ligera y esfuerzos dirigidos a crear tensión, sometiéndose a Washington después de que el presidente Barack Obama firmara el 31 de diciembre una ley para penalizar transacciones bancarias y exportaciones de crudo iraníes.
Nayar, quien cumple una visita de trabajo en la capital rusa, recordó que las sanciones incrementan el precio del petróleo son inoportunas y dañinas para los intereses de Estados Unidos y los países occidentales.
El embargo europeo, decretado este lunes, prohíbe de forma inmediata la firma de nuevos convenios petroleros con Irán, mientras que ha dado un período de transición para poner fin a los ya existentes que se extenderá hasta el próximo 1 de julio.
Europa es uno de los principales mercados de Irán, por lo que la UE confía en que la medida contribuya a incrementar la presión sobre el régimen iraní para que acceda a negociar sobre su polémico programa nuclear. Irán vende alrededor del 20% de su petróleo a los países de la Unión Europea, principalmente a Grecia, Italia y España, ya afectados por la crisis de su deuda soberana.
En el caso del país español, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, explicó que se le ha dado la garantía a España de que Arabia y las naciones del Golfo (…) respaldarán el suministro y los precios.
Arabia Saudita, que ya es un importante suministrador de España (por encima del 14%) podría, en principio, cubrir la mayor parte de los 2,5 millones de barriles diarios que desaparecerían del mercado internacional, publicó el diario El País.
Arabia Saudita, señalan los especialistas, puede ampliar su capacidad de producción en un período de entre uno y tres meses sin excesivos problemas.