Ese día quedará grabado en la memoria de los Estados Unidos. Nunca antes un portavoz oficial había pronunciado palabras de ese calibre, ni siquiera en los momentos más críticos como la Segunda Guerra Mundial, la guerra en Vietnam y Corea.
El 30 de julio de 2010, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, en una entrevista al programaToday, de la cadena NBC, dijo: (la Casa Blanca) “solo puede implorar a la persona que tiene los documentos que no cuelgue más en Internet”.
Gibbs se refería a la filtración de unos 90 mil documentos de WikiLeaks sobre las acciones estadounidenses en Afganistán. Según él, con la divulgación y conocimiento de esas acciones, “ha puesto en peligro las vidas de personal afgano que trabaja con las fuerzas estadounidenses en ese país”. Y sentenció la frase que hasta ahora no se ha cumplido: los talibán habrían asegurado que buscarían a las personas nombradas en esos documentos para tomar represalias. De hecho, a día seguido WikiLeaks ofreció que no publicaría 15.000 documentos adicionales para no agravar la situación.
En ese momento, para muchos, la historia de la humanidad tomó otro rumbo, pero también el periodismo ingresó en una crisis y autoevaluación de su sentido y trabajo sobre lo que informa sobre determinados hechos. En algunas declaraciones, Julian Assange ha dicho que muchos periódicos y periodistas contribuyeron a construir una “realidad” sobre la base de lo que ciertas potencias y poderes forjaron para justificar guerras y acciones contra naciones y personas que no coinciden con las políticas de las potencias.
Pero WikiLeaks no era una organización desconocida. WikiLeaks (del inglés leak: fuga, goteo, filtración de información) se define como una organización mediática internacional sin fines de lucro. Desde diciembre de 2006, a través de su sitio web, muestra informes anónimos y documentos filtrados “con contenido sensible en materia de interés público, preservando el anonimato de sus fuentes”. Ha acumulado hasta ahora 1,2 millones de documentos.
Su creador es Julian Assange, quien se autodefine como periodista. Aunque públicamente nunca ha dicho dónde y cuándo nació se conoce que fue en 1971 en Townsville, ciudad de la costa noroeste australiana. Varios testimonios recogidos por la prensa internacional confirman ese dato, pues han sido entrevistados algunos de sus conocidos y/o allegados.