La viceministra de Gestión Educativa, Mónica Franco, anunció este martes que las clases en la región Costa iniciarán el 16 y no el 2 de abril como estaba inicialmente previsto.
«Luego de un análisis detallado de la situación hemos resuelto suspender el inicio del año escolar o postergarlo para el lunes 16 de abril», sostuvo la funcionaria en una entrevista radial.
La medida es tanto para planteles fiscales como particulares y se tomó, luego de «visitas en sitios que hemos venido haciendo desde hace dos semanas para ir registrando y armando nuestra base de datos de cuáles son los establecimientos educativos que se encuentran realmente complicados», dijo.
«Lo importante es señalar que esta medida se toma con el objeto de preservar la condición de seguridad a la que tienen derecho tanto los estudiantes como los docentes de los establecimientos educativos», sostuvo.
Franco aclaró que hay muchas zonas en las que no sólo es un problema de infraestructura escolar, sino un problema generalizado de todo el cantón.
Subrayó que por un lado se han identificado aquellos planteles que se ven afectados por la intensidad de las lluvias, y por la falta de servicios básicos dentro del lugar donde se encuentran asentados. «Es decir que no hay tuberías de desagüe, de aguas lluvias. Si no hay alcantarillado, obviamente la escuela termina siendo objeto de inundación», acotó.
«Hay escuelas que han quedado medio metro bajo la cota del nivel de las calles cuando el Municipio ha hecho una reparación y la instalación educativa ya tenía allí 15 y 20 años. Eso también ha complicado la situación, la hemos detectado en escuelas de Babahoyo, de Chone y Portoviejo», puntualizó.
Indicó que estos establecimientos están en estado de intervención inmediata por parte de cada una de las coordinaciones zonales y subsecretarías, a las que se les asignó 10 millones de dólares para la reparación de infraestructura.
Reiteró que los 14 días de postergación son una manera de prevenir el riesgo al que pudieran estar expuestos los alumnos.
Finalmente, dijo que una vez que se inicien las clases se implementarán otras medidas. «Hemos pedidos a directores de las escuelas y directores provinciales que en el caso de que una institución educativa esté en una situación tan calamitosa que comprometa o arriesgue la vida de los estudiantes, éstos deban ser reubicados en otros establecimientos en una jornada diferente».
Añadió que se podría buscar los lugares alternativos mientras duran los procesos de reparación en las escuelas. «La remodelación genera molestias que tienen que ser compensados vía un cronograma adecuado para recuperación de clases o actividades compensatorias», recalcó.