El Papa afirmó que no condena a los homosexuales y que deben ser integrados en la sociedad, pero dijo que es contrario a todos los lobby, incluido el gay, y defendió que las mujeres tengan un mayor papel en la Iglesia, aunque recordó que las puertas al sacerdocio femenino están cerradas.
Francisco hizo hoy estas afirmaciones en un encuentro con los periodistas que le acompañaban en el avión en el que regresó a Roma desde Río de Janeiro, donde presidió la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud.
Tampoco dudó de otros temas como el de Vatileaks. Dijo que es «un problema gordo», pero que ni se asustó cuando Benedicto XVI le entregó los documentos.
Y sobre los gay, el Pontífice aseguró que no juzga a los homosexuales, pero se mostró contrario al lobby gay.
«En un lobby no todos son buenos, pero si una persona es gay busca al Señor y tiene buena voluntad quien soy yo para juzgarla. El Catecismo de la Iglesia Católica explica y dice no se deben marginar a esas personas y que deben ser integradas en la sociedad», afirmó.
Francisco abogó por un mayor papel de la mujer en la Iglesia, pero rechazó que puedan acceder al sacerdocio al señalar que sobre ese tema «la Iglesia ha hablado y ha dicho no. Lo dijo Juan Pablo II con una formulación definitiva. Esa puerta esta cerrada».
Reconoció que «no hemos hecho una profunda teología de las mujeres en la Iglesia» e insistió en que la participación femenina debe ser «más que hacer de monaguilla, o de presidenta de Caritas, etc, debe ser algo más».
Acerca de la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II, dijo que no será el 8 de diciembre próximo y que las fechas que se barajan son el 24 de noviembre o el 27 de abril de 2014.
Francisco contó además que se siente bien en el Vaticano, pero reconoció que en algunos momentos se siente «enjaulados».
«¡Cuántas veces me ha dado gana de salir por las calles de Roma! y en ese contexto me siento un poco enjaulado. En Buenos Aires me conocían como el cura callejero», recordó Bergoglio, que dijo que es feliz como papa y desveló que padeció una ciática durante su primer mes de pontificado.
Preguntado por qué no ha hablado del aborto y el matrimonio homosexual durante la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro, Francisco señaló que la Iglesia ya se ha expresado y «no era necesario volver».
El Papa fue preguntado también si se siente jesuita, a lo que respondió que sí y que piensa como jesuita, «pero no hipócritamente», señaló.