El Ministerio de Salud Pública (MSP) administra un medicamento cubano llamado Heberprot-p, utilizado para curar las úlceras del pie diabético.
En la última década, la diabetes se ubica entre las cinco enfermedades más comunes entre los ecuatorianos. Esta dolencia trae otras complicaciones, como las invasivas úlceras del conocido “pie diabético”.
Quienes padecen esta enfermedad pierden la sensibilidad en su piel, especialmente en las extremidades, por eso tienden a sufrir heridas que ignoran. Cuando estas se infectan pueden generar un cuadro de gangrena que compromete sus extremidades.
Los diabéticos también se enfrentan a los problemas de circulación, un factor que torna difícil la recuperación de las úlceras.
Beatriz Parra llegó la semana pasada a la Unidad de tratamiento de diabetes del hospital Enrique Garcés, ubicado en la capital, para someterse al tratamiento con Heberprot-p.
La paciente, de 83 años, vive con diabetes tipo II hace 34 años. Aunque mantiene una estricta dieta y toma sus medicamentos, una herida en su pie izquierdo se ha desarrollado hasta convertirse en un serio problema.
En el hospital le suministran Heberprot-p, como parte de un proyecto médico que se realiza en este centro, para atender las lesiones de este tipo para que cicatricen las úlceras.
Desde octubre del año pasado se utiliza este fármaco, explicó Germán Cisneros, jefe de la unidad. En ese lapso, 23 personas han recibido las dosis, que se suministra tres veces a la semana.
“Las úlceras han desaparecido de manera positiva y lo mejor es que el paciente evita que su miembro sea amputado”, detalló el médico.
El medicamento está basado en el Factor de Crecimiento Epidérmico Humano Recombinante, Heberprot-p 75 y fue desarrollado en el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Cuba.
Cisneros explicó que la fase de estudio concluyó oficialmente. En dos meses iniciarán un programa nacional. El proyecto se ejecutará entre el MSP y la Empresa Pública de Fármacos Enfarma EP (Enfarma).
Como primer paso, la semana anterior se importaron 9.000 dosis para darle tratamiento a 500 pacientes con pie diabético.
Para recibir las dosis, los pacientes deben someterse a un chequeo previo. Por ejemplo, Beatriz cumple con el perfil médico necesario.
“Analizamos qué medicación consume y si tiene algunas complicaciones. Por ejemplo, las personas que reciben diálisis no se les puede prescribir Heberprot-p”, indicó Cisneros.
Elsa Freire, doctora del área de Emergencias e integrante del equipo de trabajo para pacientes con diabetes, trató el caso de José García, quien fue diagnosticado con diabetes tipo II hace dos años.
Su molestia inició con una pequeña herida que se llenó de escaras, con el transcurso del tiempo se desarrolló hasta que le llegó al tobillo.
“El doctor nos dijo que se debía amputar la pierna porque la gangrena podría seguir”, recordó su hijo Patricio García. Pocos días antes de que su padre ingresara al quirófano, Patricio se enteró del proyecto realizado en el hospital capitalino: “En tres semanas hemos visto que la herida ha desaparecido”, comentó.
A los pacientes en la zona afectada se les aplica una inyección, que consiste en un polvo diluido con solución salina. Cisneros reconoció que para algunos pacientes las dosis son dolorosas, pero eso depende de la gravedad del caso. El doctor consideró que lo importante son los beneficios, ya que el componente acelera la cicatrización y el crecimiento del nuevo tejido.
Además, reduce la posibilidad de que el paciente sea sometido a intervenciones quirúrgicas, como amputaciones y recaídas. Disminuye la probabilidad de gangrena e infecciones. “Lo primordial es tomar en cuenta la calidad de vida de los pacientes”, indicó.
Gerardo Armendaris, director del Centro de Investigaciones del Pie Diabético, aseguró que esta no es la primera vez que se trata de introducir el fármaco en el país.
“No nos llamó la atención porque el fármaco era caro”, señaló, estimando que cada ampolla cuesta alrededor de 500 dólares.
El especialista sugirió que se deberían realizar más estudios del Heberprot-p, y recordó que en Argentina, el Colegio de Diabetes no había recomendado el fármaco.
Según Paulina Mantilla, directora de la Fundación de Diabetes Juvenil, es bueno que se invierta para curar esta dolencia, primordialmente en prevención y detección.
En Ecuador, el fármaco se suministra gratuitamente en los hospitales públicos de las provincias de Chimborazo, Santo Domingo, Azuay, Loja, Imbabura, Pichincha, Guayas y Manabí.
El MSP ha distribuido en los establecimientos hospitalarios 9.000 dosis que fueron adquiridas por el valor de 3’275.000 dólares. El 7% de las muertes registradas en el país por enfermedades se produce por complicaciones de la diabetes.
Más del 6% de la población (alrededor de 840.000 personas) vive con diabetes en Ecuador.