Los pasos peatonales que llegan a la Isla Santay, la Ecoaldea, el Parque Samanes y la reubicación de personas que estaban asentadas en sitios prohibidos presentan diversos avances.
Desde las calles El Oro y Eloy Alfaro ya se aprecia la colocación de los pilotes y las rampas de acceso que sostendrán la vía de 720 metros de longitud que conectará el sur de Guayaquil con la Isla Santay. La obra, según el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), ya está en un 40%. (Ver infografía ampliada)
De acuerdo con las proyecciones de la Cartera de Estado, la infraestructura, que permitirá a los transeúntes andar en bicicleta, será entregada en diciembre. En el lado de Durán, tres grúas siguen dando forma al paso que enlazará a esa ciudad con la Isla Santay.
Los avances de este puente están en 11%. Hasta el mes pasado se realizaron mediciones en el fondo del río Guayas para determinar el área sobre la que se apoyarán los primeros 15 monotubos (pilotes) y que sostendrán la obra de 718 metros de longitud. Los trabajos concluirán en febrero de 2014.
Hoy, en la Isla Santay, hay una Ecoaldea en la que habitan 56 familias, un muelle, una planta de tratamiento de aguas servidas, un sistema fotovoltaico y una planta potabilizadora de agua.
De acuerdo con la Empresa Pública de Parques Urbanos y Espacios Públicos, a finales del año se entregará una casa de hospedaje, una casa para guardaparques, un centro de acopio para materiales de reciclaje y una oficina de turismo.
Para conservar las zonas se realizaron estudios sobre impacto ambiental y se actualizó el plan de manejo que había sido elaborado por la entidad que administraba anteriormente la isla (Fundación Malecón 2000).
«Aunque se trata de un espacio intervenido, el ecosistema se ha mantenido y está en buen estado. Para preservarlo, tratamos de interceder lo menos posible, ya que las obras que se realizan buscan tener un equilibrio con el ambiente. En el caso de la Ecoaldea, las casas están construidas con materiales ecológicos», explica Pedro Jaramillo, ministro de Desarrollo y Urbano y Vivienda.
También se elaboró un plan de reforestación y se realizó la siembra de manglar en el borde del río para evitar la erosión y dar una mejor visión del paisaje.
Adicionalmente se han desarrollado actividades para fortalecer a la Asociación de Pobladores San Jacinto de Santay y a la Cooperativa de Turismo «Palmeras de Santay».
Parque Samanes
El Parque Samanes, al norte, presenta novedades en el área de juegos infantiles. Dentro del área de canchas del parque aún se continúa trabajando en lo que será el espacio destinado para un pequeño estadio, con capacidad para 8.000 personas, que servirá para la práctica de fútbol y atletismo.
La primera fase, que se construye en 47 hectáreas, tiene un avance físico del 22%. La infraestructura es parte del Área Nacional de Recreación Samanes y junto a Cerro Colorado forma las áreas protegidas.
El Parque Samanes nace del Proyecto «Generación y Restauración de Áreas Verdes para la ciudad de Guayaquil – Guayaquil Ecológico», que busca cumplir el compromiso del Gobierno de garantizar la dotación de una mayor cantidad de espacios verdes y de sano entretenimiento para la colectividad en la ciudad. «Pero no solo cumplirá con el objetivo de aportar con áreas verdes a la ciudad, sino que será un espacio que permita integrar de manera armónica la recreación en familia, la educación y los deportes, en un entorno natural y con total seguridad».
En ese componente del proyecto Guayaquil Ecológico se han producido ajustes, principalmente respecto al cronograma inicial, sin embargo, el plan se está desarrollando. «Y se cumplirá de acuerdo a la planificación que señalamos previamente».
Reubicaciones
En lo que respecta a reubicaciones, hasta el mes pasado se reasentó a más de 1.400 familias que habitaban en las riberas del Estero Salado y en zonas protegidas (noroeste).
En los márgenes del afluente habían 8.175 familias, de las que faltan por reasentar 6.694. De la misma manera, hasta junio fueron removidas 694 familias del Área de Reserva de Seguridad.
La propuesta del Estado es recuperar los espacios naturales que por invasiones o crecimiento desordenado del cantón se han ido perdiendo y han sufrido contaminación severa.
Por ello, hoy en día se efectúan trabajos de oxigenación del Salado con el objetivo de que renazca la fauna y flora que ha ido desapareciendo.
En algunos puntos del estuario se observan de nuevo aves como ibis blancos, el pato aguja, el zambullidor y la garza tricolor.
No obstante, ambientalistas consideran que aún es insuficiente la cantidad observada, por lo que se recomendó continuar con los controles de asentamientos irregulares en esos espacios.