La pugna entre los productores y exportadores de banano, la irregularidad del sector y las quejas por los precios continúan. Las épocas bajas y altas que tiene esta fruta en el mercado internacional cada año representan un dolor de cabeza para el Gobierno.
Según expertos involucrados en el tema, se debe aplicar la Ley del Banano vigente y realizar controles exhaustivos para que esta no sea violentada por los productores y los exportadores. La falta de acuerdos entre ambos sectores ha sido una de las principales causas para que haya problemas a la hora de comercializar el producto.
En el país hay alrededor de 230.000 hectáreas sembradas con banano, mientras que se registran cerca de 10.000 productores.
El ex ministro de Agricultura, Sergio Seminario, indicó que el sector necesita una reingeniería total y la unión entre productores y exportadores para afrontar los problemas de comercialización de la fruta. Afirmó que la ley no la cumplen los exportadores ni los productores y eso “es lo que mantiene en una profunda crisis a los bananeros del país”.
Enfatizó que la fruta ecuatoriana no está posicionada a nivel de consumidores, en especial en el mercado europeo. “Nuestro país no tiene registrada una marca propia, cosa que ya lo ha hecho Costa Rica. He viajado por varios países de Europa y he visto fruta ecuatoriana, pero con marca Costa Rica. En el supermercado me dicen que si no le ponen dicho nombre los clientes no la compran”, aseveró Seminario.
Calificó de positiva la ley al obligar que la fruta se venda por contrato y también el tener un precio referencial en el año.
Seminario agregó que se debe exigir mayor productividad y aquellos que no estén en capacidad de hacerlo, deberían dedicarse a otro tipo de cultivo en el que pueden ser eficientes y no dañar el mercado ecuatoriano.
Similar criterio comparte Eduardo Ledesma, presidente de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE), quien recalcó que hay productores que no tienen una prosperidad adecuada y cuando los precios disminuyen en los mercados internacionales por razones estacionales no se pueden defender. En cambio, hay otros que tienen una buena productividad y las épocas malas no los afecta.
“Tenemos productores que saben manejarse en aquellos meses buenos para guardar un colchón para los meses malos. El Gobierno no debe dar dinero a los agricultores, sino educar, capacitar, transferir tecnología que les permita a los productores de bajo rendimiento prosperidad, por lo tanto que se vuelvan eficientes, pero aquellos que no les interesa invertir o que no tienen la tierra adecuada buscarles otra salida en otros cultivos. Entonces se iría arreglando el problema bananero”, señaló Ledesma.
Por otra parte, el dirigente indicó que actualmente los precios de la caja de banano para exportación han mejorado en las últimas semanas, tanto en el mercado europeo como en el estadounidense. La fruta se llegó a comprar hasta en 14 dólares, mientras que en diciembre de 2011 y enero de 2012 la caja disminuyó a 7 dólares.
Según un estudio del Banco Central del Ecuador (BCE), el sector presenta varios problemas: sobreproducción mundial; dependencia de las compañías comercializadoras transnacionales para colocar la fruta en los principales mercados internacionales; ausencia de mecanismos para hacer cumplir la Ley del Banano, por lo que la fijación del precio es resultado de decisiones políticas. En la práctica, acordar el precio de la caja de la fruta plantea un conflicto de intereses entre productores y exportadores.
Históricamente, el precio mínimo de sustentación nunca se ha fijado mediante un proceso de negociación entre los productores y exportadores, pues por las presiones ejercidas por ambos grupos es difícil llegar a un acuerdo. Por lo cual es el ministro de Agricultura que determina el precio, a través de un dictamen.
Fruta vendida bajo contrato
La ley obliga a firmar contratos por la compra de la fruta con el precio de sustentación de $ 5,50 por caja. Estos tendrán vigencia de un año y se garantiza que el exportador comprará el 100% de la producción durante las 52 semanas del año, en caso de no hacerlo estará obligado a pagar al productor el valor correspondiente por las cajas no adquiridas.
Asimismo, obliga a los exportadores a cancelar el precio de la caja de la fruta a través del Sistema de Pagos Interbancarios (SPI) del Banco Central del Ecuador (BCE). Si los exportadores incumplen la norma serán sancionados con una multa equivalente al valor evadido. Además, obliga a los productores a registrar la fruta o estarán impedidos de venderla.
Julio Cruz, presidente de la Asociación de Productores Los Chirijos de Mariscal Sucre, manifestó que la falta de cultura del productor y la desconfianza hacen que no firmen los contratos, por lo cual en épocas bajas son explotados por las malas exportadoras que pagan hasta un dólar por la caja.
“Hay que establecer mecanismos a través de la subsecretaría o de las direcciones provinciales del Magap para que se controle esto, porque este año será igual al año pasado, igual que anteriores años, porque así como van las cosas no se avizora otro panorama. Los productores pequeños que no quebraron el año pasado, quebraran ahora”, subrayó.