Byron Castro es el propietario de una pequeña productora de calzado de la zona de Atahualpa, Tungurahua. Allí genera ingresos anuales cercanos a los 250.000 dólares y da trabajo a una decena de personas. Para él resulta novedoso el sistema informático con el que ahora debe reportar las ganancias de su negocio.
El emprendedor se refiere a las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), un elemento nuevo en el quehacer de las empresas ecuatorianas, especialmente en las pequeñas y medianas (Pymes).
Por una disposición de la Superintendencia de Compañías, las empresas registradas en el país tienen que ingresar a aquel software y deben llenar un formulario en el que se detallan sus ingresos y egresos anuales.
El proceso arrancó en 2010, cuando un primer grupo de 411 firmas -el 0,51% del universo registrado en el organismo de control, regulado por la Ley de Mercado de Valores y Auditorías Externas- empezó a hacer uso de las NIIF.
Al año siguiente se adhirieron 10.337 compañías, es decir el 12,33%, que corresponde al grupo cuyos activos superaron los 4 millones de dólares al 31 de diciembre de 2007, además las entidades de economía mixta, del sector público y las sucursales de empresas de capital extranjero.
Finalmente, al 31 de diciembre de este año ingresará un tercer grupo, conformado por el 86,66% de las firmas del país, es decir 69.823 entidades, que corresponden a aquellas que no se registraron en los años anteriores; allí ingresan las Pymes. Es así que, según datos de la Superintendencia, hasta ayer han reportado sus balances 2011 bajo el formato NIIF solo 5.517 empresas.
Castro, quien en días pasados registró ya sus ingresos por medio de las NIIF, reconoció que pese a que en un inicio tenía temor por desconocimiento, ahora confía en el sistema. “Esto sirve para transparentar nuestras ganancias y, como empresario, sé que es bueno, además de que es utilizado en otros países, y por eso voy a seguir registrándome en las NIIF”, concluyó.
Es que este sistema resulta muy positivo para las empresas, en especial para las de menor tamaño, según el criterio de Luis Chávez, gerente de Investigación de la firma de asesoría contable y tributaria Hansen-Holm.
Un estudio publicado por el Banco Mundial (BM) indica que las Pymes constituyen entre el 90% y el 98% de las unidades productivas de la región y generan aproximadamente el 63% del empleo.
Ante ello, Chávez afirmó que la adopción de las NIIF para las Pymes resultará en la obtención de información de mayor calidad, lo que les ofrece mejorar su capacidad de incrementar el capital en una base nacional o internacional. “Con las NIIF estos datos llegan a todo el mundo, y si los proveedores de financiamiento los encuentran interesantes y confían en las cifras financieras de una Pyme, su capacidad para obtener capital va a tender a multiplicarse”, explicó Chávez.
Por otra parte, Hansen-Holm recomienda registrar los activos de las empresas en las NIIF cuando exista la probabilidad de que fluyan hacia beneficios futuros y la entidad posea un costo o valor que pueda ser medido confiablemente.
Mientras que para los pasivos, aconseja hacerlo cuando es probable que una liquidación represente una salida de recursos que implique beneficios económicos y que el monto pueda ser cuantificado razonablemente.