La construcción de un tranvía para la ciudad, uno de los proyectos emblemáticos de la administración Municipal y oferta del alcalde Paúl Granda, será una realidad.
El anuncio del presidente de la República, Rafael Correa, -durante el Enlace Ciudadano 271 realizado en Quito-, de apoyar con el 80% de los recursos viabiliza la ejecución de la obra que estaría terminada para finales del 2013. El costo de edificar este servicio de transportación masiva supera los $220 millones.
Desde 1999, el Cabildo de Cuenca planifica el desarrollo de un sistema integrado de transporte público.
La intención es proveer a los habitantes de comodidad y velocidad en sus traslados, ya que la ciudad cada día está más congestionada por la gran cantidad de vehículos que circulan por sus calles.
Según el departamento de Movilidad del Municipio, en la capital azuaya ya transitan unos 90 mil carros.
En ese año, la entidad obtuvo un crédito no reembolsable proveniente del Gobierno de Japón, administrado a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para realizar los estudios del “Plan Sustentable de Transporte para la Ciudad de Cuenca”, realizado por la empresa Padeco. Dicho análisis fue complementado en el 2006 con recursos de ONU–Hábitat (programa de las Naciones Unidas), y en él se estableció la regularidad y frecuencia de transporte en los corredores viales y en el Centro Histórico de la ciudad.
Además configuró otras opciones de desplazamiento entre barrios y sectores centrales proponiendo la reorganización del transporte público, con una red estructural de dos líneas troncales diametrales.
El objetivo: que atraviesen el Centro Histórico por sus bordes internos y líneas circulares, las cuales se integrarían en dos estaciones de transferencia de pasajeros localizadas en la Terminal Terrestre y la estación Terminal El Arenal (Mercado Mayorista de la ciudad).
Una posterior etapa incluiría la estación Terminal Panamericana Sur y Panamericana Norte.
De la misma manera y en el 2009 la Municipalidad de Cuenca analizó la conveniencia de introducir una red de transporte público troncal, que encajara perfectamente en dicho sistema integrado y que permitiera una adecuada inserción en la ciudad por su condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Este sistema de movilidad competitivo y articulado con la reorganización y modernización del sistema de transporte público colectivo de autobuses, permitiría ahorro en costo y tiempo de viaje, mayor seguridad en el tránsito, mejoramiento de las condiciones ambientales, protección y conservación del CHC, entre otras.
Finalmente, para el año 2010 la Municipalidad realizó los estudios de prefactibilidad de dicha iniciativa, los cuales posteriormente sirvieron de soporte para que el Gobierno francés otorgar los fondos no reembolsables (un millón de dólares) para los estudios de factibilidad que fueron ejecutados por el grupo Artelia–Coteba.
Allí se propuso la primera línea de tranvía denominada “Cuatro Ríos”, que conectará al suroeste con el noreste de la ciudad en una distancia total de recorrido de aproximadamente 14 kilómetros.
Según el departamento de Movilidad, al momento el 70% de la población de Cuenca utiliza el transporte público para satisfacer su demanda de viajes. De estos, el 80% tiene como origen/destino el centro histórico de la ciudad. Incluso por esta razón se está construyendo en el parque de La Madre un estacionamiento subterráneo con capacidad para 300 vehículos.
Según Mauricio Ochoa, secretario de Infraestructura del Municipio, la intención es evitar que los cuencanos lleguen con sus carros al centro de la ciudad y así evitar el caos.
De acuerdo al Cabildo, el uso del automóvil registra una fuerte tendencia al alza, pues según sus estadísticas, éste pasará a servir de un 24.6% del total de viajes de la ciudad, en 1996, a un 36.1%, en 2030.
De igual manera, el promedio de la velocidad comercial de autobuses y taxis en horas picos es de 9Km/hora, lo cual se traduce en requerimientos cada vez mayores de obras viales y mayor inversión de los hogares en vehículos particulares.
Todas estas observaciones tienen un impacto negativo, tales como congestiones vehiculares, mayores gastos en transporte, pérdida de tiempo, altos índices de polución, incremento de las emisiones de gases efecto invernadero, entre otros.