El embajador es puntual. Es cordial y no se sobresalta con ninguna pregunta. Como diplomático, piensa detenidamente cada respuesta y dice “no me puedo referir a eso” cuando el tema de conversación toca temas espinosos o aquellos donde no tiene la obligación de comentar en calidad de representante de su país.
Adam Namm dice que Estados Unidos es un país soberano. Habla reiteradamente de respeto para Ecuador y el resto de la comunidad internacional. Y cada vez que puede menciona el interés de mejorar las relaciones entre ambos países.
El embajador norteamericano recibió el jueves pasado a un equipo de El Telégrafo en la sede de la representación diplomática en Quito. El diálogo abarcó todos los temas de la agenda noticiosa. Desde el financiamiento de Usaid a varias ONG hasta la posición norteamericana con respecto a Irán, WikiLeaks y el asilo a Julian Assange.
¿Qué puntos cree usted que se equivocó Estados Unidos en el tratamiento con el gobierno de Ecuador? ¿De qué modo pueden reforzar entonces la política, la amistad?
Creo que la lamentable expulsión de la embajadora debilitó la relación. Yo creo que mi llegada, al igual que la llegada de la embajadora Nathali Cely en diciembre a Washington ya subió el nivel de las relaciones entre Estados Unidos y Ecuador. Sí tenemos diferencias, obviamente, como Estados Unidos y Canadá tienen sus diferencias.
Yo veo mi llegada aquí como una oportunidad para los países, ¿vamos a tener acuerdo en cada asunto o no? Seguro que no, pero el mundo es así. Lo que puedo decir es que tenemos intereses en común. Los Estados Unidos siguen siendo el socio más importante de Ecuador. Compartimos valores y compartimos cultura, hay ecuatorianos que traen mucha cultura a los Estados Unidos, para mí son dos países vinculados y hay que trabajar y fortalecer estos vínculos, y eso es lo que voy a tratar de hacer.
¿Las diferencias se van a tratar públicamente o solamente a nivel diplomático o privado con el canciller?
Como diplomático se trata en primer lugar de dialogar con el gobierno. Eso no quiere decir que como diplomáticos en esta embajada no vamos a sostener el diálogo con la sociedad civil, con artistas, con todo el espectro de la sociedad, pero en primer lugar mi trabajo como diplomático respecto a Ecuador es un diálogo con el Gobierno.
¿Pero cuando haya diferencias las van a tratar públicamente o reservadamente con la Cancillería?
Eso no se puede decir. A veces obviamente hay entrevistas de prensa y a veces salen estas diferencias, pero lo que quiero hacer es tener un diálogo con el Gobierno y tratar de mejorar las diferencias que existen.
¿A Estados Unidos cuánto y por qué le preocupan las relaciones entre Ecuador e Irán?
Sí. Para nosotros Irán es un país que apoya al terrorismo. Sin embargo déjeme decir que Ecuador, como un Estado soberano, puede tener una relación con cualquier país que quiera. A los Estados Unidos le inquieta Irán porque para nosotros apoya al terrorismo, no ha cumplido con las normas internacionales cuando se trata de energía nuclear y está sancionado no solamente por Estados Unidos sino por las Naciones Unidas y por la Unión Europea. Irán, para nosotros, no es buen destino en el mundo.
¿Qué busca Irán en Ecuador, según ustedes?
No sé. Habría que preguntárselo a los iraníes.
Usted ha dicho que si Ecuador profundiza sus relaciones con Irán se violarían leyes de Estados Unidos…
Sí.
¿Qué tipo de leyes?
Bueno, hay leyes que imponen sanciones a los gobiernos y también a las empresas financieras que hacen ciertos tipos de negocio con Irán. Estas leyes son muy complicadas y si quieren tener más información habría que buscar en el Departamento del Tesoro que maneja todo eso. Yo no soy experto porque habría que ir a hacer un doctorado en eso para entender exactamente lo que son las sanciones porque son bastantes complicadas. Lo que le puedo decir es que esas leyes son de Estados Unidos y si un país o una empresa la viola habría sanciones.
¿Podría citar algún ejemplo en el que Ecuador podría violar esas leyes?
Sí. Ciertas compras de productos petroleros o ciertas transacciones financieras con bancos, si se trata por ejemplo del Banco de Desarrollo porque Estados Unidos ha determinado que ese banco iraní ha apoyado el terrorismo.
¿Y Ecuador ya ha caído en alguna violación?
No. De lo que yo sé, no. No hay sanciones con Ecuador.
Pero, ¿por qué las leyes de Estados Unidos se extienden a otros países soberanos?
La soberanía de un país incluye las leyes de ese país. Cada país tiene derecho de leyes y de permitir cuantas cosas. Esas no son leyes internacionales sino leyes de Estados Unidos. Ahora pueden tener implicaciones con el comercio, pero Estados Unidos tiene el derecho como país soberano.
¿En el tema de la USAID, ¿cúanto invierte esa agencia en el país? ¿Cuántos proyectos tiene?
Proyectos varios, muchos. En dólares, más o menos, veinte millones este año. En toda la historia de Usaid, es decir 50 años, mil millones de dólares.
¿Eso le da derecho a la Usaid de trabajar en los países con algún sesgo político?
Lo que puedo decir es que Usaid tiene un programa con total transparencia y siempre hemos informado al gobierno de Ecuador lo que estamos haciendo. Además todos nuestros programas corresponden al Plan Nacional del Buen Vivir de Ecuador. Para nosotros, lo que estamos haciendo es dando una asistencia técnica al Gobierno y a la gente más vulnerable de Ecuador. Hemos siempre informado al gobierno de Ecuador y está en nuestro sitio de Internet exactamente lo que estamos haciendo.
La asistencia se realiza a través de empresas que han sido objeto de sanciones en otros países como Chemonics International Inc, expulsada de Bolivia por injerencia política. ¿Cómo se puede esperar que en Ecuador no haga lo mismo?
De lo que yo entiendo Chemonics todavía tiene tres contratos en Bolivia, entonces hay que chequear eso. Según mi conocimiento, Chemonics todavía está trabajando en Bolivia. Está trabajando aquí, en este programa Costas y Bosques de Usaid. Usamos contratistas, implementores como cualquier gobierno del mundo. No hay necesariamente empleados directos del gobierno de Ecuador haciendo las carreteras, son compañías privadas. Hay que decir que hay muy pocos estadounidenses y muchos ecuatorianos que tienen trabajo por medio de esos contratos. 350 ecuatorianos tienen empleo por nuestros programas de Usaid que cumplen con el Plan Nacional del Buen Vivir del mismo gobierno ecuatoriano.
El administrador adjunto para América Latina de Usaid reconoció que la ayuda era para grupos opositores de países con gobiernos progresistas…
Las declaraciones del señor Mark Feierstein fueron mal citadas por un periódico cubano. Lo que estamos haciendo en Ecuador corresponde al programa nacional del Buen Vivir y siempre hemos sido transparentes. Pero otra vez, el gobierno de Ecuador tiene el derecho de suspender los programas de Usaid.
¿Y qué implicaría eso?
Para mí sería muy lamentable. Puedo darle ejemplos de proyectos. Más o menos el 60% de nuestro programa, 14 millones de los 20 millones de presupuesto, van al medio ambiente y cambio climático. Hemos mejorado casi 3 millones de hectáreas, de los cuales 2 son en territorios indígenas.
Tenemos un programa para personas con discapacidad. Hemos ayudado con la creación de 8 mil puestos de trabajo para personas con discapacidad, tenemos programas técnicos de empresas. Como embajador, para mí, sería lamentable terminar estos programas.
¿Por qué Estados Unidos no se ayuda con estos programas dentro de sus fronteras? Allá también hay pobreza…
Seguro que sí. Hay muchos países que hacen lo mismo. Escuché al presidente Correa, en la sabatina, que Ecuador ayudará a Haití, entonces se puede decir la misma cosa. No es la obligación, sino el espíritu de ayudar a otros y quizás ayudando fuera de las fronteras puede servir. Por ejemplo si se da capacitación a personas de otros países, ellos pueden ayudar a ciudadanos de su propio país. Hay muchos estadounidenses que cuestionan el dinero que destina Usaid.
¿Cuál es el presupuesto total de Usaid?
No tengo la cifra en este momento. Yo diría que son cientos de millones, pero no es mucho comparado con otros rubros del presupuesto.
Dentro de Estados Unidos se critica el uso de esos fondos, el 60% se gasta en consultorías y el dinero no llega a América Latina o áfrica…
Obviamente, hay muchas opiniones entre los estadounidenses. Esa es la democracia. El Gobierno ha decidido entregar esta asistencia y también tiene programas dentro del país de asistencia social.
¿Ustedes han hablado con Fundamedios para decirles que lo que les están entregando es para fortalecer la democracia y no para hacer oposición?
Fundamedios es una ONG que recibe dinero estadounidense, pero no es un donatario directo sino un subdonatario. Es una parte muy pequeña de nuestro programa, más o menos dos millones de dólares de lo que llamamos gobernabilidad y democracia. Creo que unos 300.000 dólares llegará a Fundamedios este año. Este programa de gobernabilidad, que representa el 10% de nuestro presupuesto, corresponde al Plan Nacional del Buen Vivir, cuyo objetivo 9 es garantizar la vigencia de los derechos y la justicia. El objetivo 8 es fomentar la participación pública y política.
Hemos siempre informado al Gobierno. Yo sé que estas ONG a veces critican al Gobierno de Ecuador, pero para nosotros, para los estadounidenses, a veces organizaciones o individuos critican al gobierno, pero eso es parte de la democracia. Además eso fortalece al gobierno, en mi opinión. Yo veo que en los medios hay muchos críticos al Gobierno, pero eso es parte de la democracia.
Fundamedios primero dijo que no recibe fondos de la Usaid, luego lo aceptó parcialmente…
Es la cifra que tenemos y no voy a negar esta cifra. Fundamedios es una organización independiente y ellos tienen el derecho de decir lo que quieran. Esa es la cifra que tengo y en el escrito de transparencia esas son las cifras que tenemos.
¿Ellos le reportan lo que hacen y ustedes los vigilan?
No. Obviamente tenemos el derecho o no de continuar nuestro programa. El presupuesto de Usaid ha bajado. Hace siete u ocho años era más o menos cuarenta o sesenta millones de dólares. Y eso es por razones de la economía de Estados Unidos. El Congreso ha reducido varios programas, no solamente de Usaid, sino en todas las áreas del Gobierno.
Para mí es un buen programa que tenemos y que corresponde al Plan Nacional del Buen Vivir. Es asistencia técnica a la gente, al gobierno de Ecuador, pero es una decisión de Ecuador.
¿Qué pasaría si se cancelara este programa teniendo en cuenta que recién se están componiendo las relaciones?
Sería lamentable. Somos dos países muy vinculados, con muchos lazos. Creo que nadie quiere romper los lazos. No puede haber una separación, vamos a estar vinculados, querramos o no. Creo que estos lazos benefician a los dos pueblos.
¿Estados Unidos cree que hay libertad de expresión en Ecuador?
Yo creo que hay mucha libertad de expresión en Ecuador.
Cuando fue el día de la Libertad de Expresión el presidente Obama citó a Ecuador entre sus preocupaciones en esta materia…
Eso no quiere decir que no hay mucha libertad de expresión en Ecuador, sin embargo nosotros, como gobierno, estábamos preocupados por varios casos, por ejemplo el caso de El Universo porque para nosotros la libertad de prensa es uno de los eslabones fundamentales, entonces esta demanda contra El Universo nos dio un poco de inquietud.
¿No es eso intervenir en asuntos internos?
Creo que cada país tiene derecho de tener su propia opinión. Eso no quiere decir que intervengamos.
¿Inclusive del otro?
Seguro. Yo oigo críticas a veces de funcionarios Ecuador sobre Estados Unidos. Eso es parte del diálogo político, y a veces público, pero yo como diplomático prefiero lo privado. Para mí es parte normal de la vida política. Eso no quiere decir que no quiera trabajar con el Gobierno.
He tenido, en mis siete semanas aquí, varias reuniones con ministros y funcionarios de alto rango del Gobierno de Ecuador. Veo que hay temas de interés mutuo, mucho respeto y veo la oportunidad de trabajar juntos. Soy optimista.